A 13 años de su trágica muerte, Steve Irwin “El cazador de cocodrilos” sigue siendo una leyenda. El conocido rostro televisivo australiano dejó a dos hijos en aquella época, una niña de 8 años llamada Bindi Sue —que bautizó en honor a un cocodrilo de agua salada que le encantaba— y a un niño de 2 años, Robert Clarence Bob, nombrado en honro a su padre.
En 2006, cuando se encontraba en medio del éxito, Irwin filmaba un nuevo programa frente las costas de Queesland (Australia). Fue en aquel momento cuando sufrió el ataque de una raya, la que le perforó el pecho con su púa y terminó acabando con su vida. Luego del fatal desenlace, la familia pidió que las imágenes del ataque fueran destruidas. Este jueves 22 de febrero, habría cumplido 57 años.
Sin embargo, la familia Irwin, incluida su ya conocida esposa, Terri Raines, con quien filmó múltiples capítulos teniendo contacto con animales salvajes, está más activa que nunca. A través de un programa de televisión llamado “Crikey! It’s the Irwin Family”, los Irwin buscan enseñar tal como lo hizo Steve, la riqueza de la naturaleza y los animales.
La hija mayor de la familia Irwin, Bindi, de 21 años, es actriz y cantante. En la actualidad, la joven sigue comprometida con la conservación ambiental y administra junto a su familia “Australia Zoo”, espacio dedicado a la conservación ambiental, de más de 1.400 hectáreas. A Bindi la pudimos ver en algunos capítulos junto a su padre cuando era muy pequeña.
Por otra parte, el menor, Robert, de 14 años, participa de la misma forma que su madre y hermana en la reserva.
Además ha tenido múltiples apariciones en el conocido programa estadounidense conducido por Jimmy Fallon, “The Tonight Show”, donde se muestra con un carisma muy similar al de su padre y le enseña al conductor diferentes animales salvajes.
En su última aparición, Robert invitó a su madre y hermana al set del show, quienes aprovechan de saludar y dejar invitado al público a ver su programa de televisión.
El gran legado que dejó el cazador de cocodrilos en su familia fue imposible de borrar. Hasta hoy ha sido inspiración de muchos de sus seguidores. Tanto así, que cada 15 de noviembre, se celebra el Día de Steve Irwin, un tributo internacional en reconocimiento a su vida y a su trabajo.
