Hace 20 años, Holly Shearer tenía 16 años y había dado a luz a un niño, al cual posteriormente dio en adopción. Si bien perdieron el contacto, el destino lo volvió a reunir.
Benjamin Hulleberg, oriundo del estado de Utah (Estados Unidos), supo desde muy pequeño que sus padres, Angela y Brian Hulleberg, lo habían adoptado, por lo que desconocía a su madre biológica.
De ella solo sabía que se llamaba Holly. "Siempre fue una conversación muy positiva", reconoció Benjamin en conversación con Good Morning America, en relación a que el tema de su madre biológica nunca fue algo díficil de abordar entre él y sus padres adoptivos.
Shearer fue madre a los 16, y durante tres años los Hulleberg enviaron cartas y fotos del pequeño, hasta el cierre de la agencia de adopción en el 2014 que fue cuando se cortó esa comunicación.
El reencuentro
Con el paso del tiempo, Holly buscó en internet y encontró las redes sociales de Benjamin. "Tenía 18 años cuando lo encontré y estaba muy indecisa", contó. "Lo último que quería era ser una piedra en su vida. Así que solo observé desde la distancia", declaró.
Benjamin, por su parte, escribió cartas, se inscribió en un registro de adopciones e hasta se hizo una prueba de ADN con la esperanza de encontrar a Holly. Hasta que un día en 2021, a través de Facebook, recibió un mensaje de una tal Holly Shearer deseándole feliz cumpleaños.
"Puedo recordar el lugar exacto en el que estaba cuando recibí el mensaje. Estaba en el trabajo. Yo era operador de máquinas y recuerdo que estaba en la máquina número 15. Cuando ella me explicó quién era, fue como si me golpearan un montón de ladrillos. El día que había estado esperando durante los últimos 20 años, llegó. Fue mucho para asimilar", reconoció.
La ansiedad de Benjamin eral tal que le propuso a su madre biológica que se reunieran a cenar al día siguiente con sus respectivas familias, instancia donde finalmente se produjo el reencuentro.
"Se veían básicamente iguales a como los recordaba, así que fue agradable", dijo Holly. "Luego, unos cinco minutos después de que nos sentamos, llegó Benjamin y se acercó, me tocó en el hombro y la alegría me desbordó. Nos sentamos abrazándonos durante unos cinco minutos y llorando. Simplemente ocurrió", describió la mujer.
Por muy surrealista que esto pareciese, ambos quedaron impactos tras descubrir que habían trabajado en el mismo lugar, el Hospital St. Mark de HCA Healthcare en Salt Lake City, en los últimos dos años.
"Todas las mañanas, entraba por el pabellón de mujeres para ir a trabajar. Así que pasé por la UCIN todos los días. Estacionamos en el mismo garaje, podríamos haber estado en el mismo piso, no teníamos idea de que estábamos tan cerca", concluyó Shearer.