Pese a que en general el trabajo de una manicurista no suele vivir grandes sobresaltos, en ocasiones hay casos que rompen esta premisa. 

Jean Skinner es una mujer británica cuyo oficio es ciudar las manos de sus clientes, y hacerles vivir un momento de relajo. Y esto es lo que esperaba cuando una mujer recurrió a ella ya que tenía una mancha negra que nadie había podido quitarle. Ahí comenzó la pesadilla.

Jean analizó la uña de la clienta y su angustia fue mayúscula: por los conocimientos que tenía, y los años de oficio, la mancha cumplía con todas las características de un cáncer a la piel. Intentando mantener la calma, la manicurista le dijo a su clienta que fuera al médico lo antes posible. 

Y los miedos de Skinner lamentablemente tenían fundamento, luego que con el paso de los días recibiera una llamada de la mujer que había atendido. 

Según reporta The Sun, la mujer contactó a Jean para decirle que se le diagnosticó un melanoma muy agresivo que ya se había extendido a los ganglios linfáticos.

Ante la gravedad de los hechos y ya bajo tratamiento, Jean sacó una fotografía a la mancha de la uña y la publicó en un grupo de Facebook para crear conciencia, asegurando que en otros centros estéticos se le había dicho que era falta de calcio, una mancha hereditaria e incluso una ampolla de sangre. 

La publicación ya tiene más de 2 mil 500 reacciones de usuarios, que tomaron conciencia de que hay ciertas imperfecciones que si no se revisan a tiempo, pueden ser peligrosas para la salud.  

Cabe destacar que según indica el National Health Service (NHS) algunas manchas en las uñas pueden significar un tipo de cáncer a la piel, y que la clave en este tipo de casos es la prevención. 

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