Los ancestros de los cocodrilos no habrían caminado sobre cuatro patas, como sus primos modernos, sino sobre las dos patas traseras, lo que les daba una peculiar forma de desplazarse parecida a la de algunos dinosaurios como el pterosaurio, según un estudio publicado el jueves.
Un equipo de investigadores de China, Australia y Estados Unidos analizó las huellas de pasos de la era cretácica inferior, descubiertas durante unas excavaciones en el área de Sacheon Jahye-ri, cerca de Sacheon City, en Corea del Sur, donde fueron descubiertas antiguas especies de lagartos, arañas y minúsculos rapaces de hace 120 millones de años.
Sus investigaciones, publicadas por la revista Nature Scientific Reports, sugieren que esas huellas fueron realizadas por un ancestro del cocodrilo moderno llamado "Batrachopus grandis". Caminaba "como un cocodrilo sobre una cuerda floja", explica Kyung Soo Kim, de la Universidad nacional de Pedagogía de Chinju, en Corea del Sur.
Una forma de caminar "parecida a la de los dinosaurios, pero las huellas no son de dinosaurios", dice el científico.
Los investigadores inicialmente atribuyeron esas huellas a un antiguo pterosaurio, dinosaurio gigante que caminaba sobre dos patas para proteger sus alas.
Las huellas, de 18 a 24 cm, fueron totalmente hechas por miembros traseros, como atestigua la ausencia de huellas de la cola y las vías estrechas dejadas atrás. Sugieren una longitud corporal de hasta tres metros, con piernas de la misma talla que las de un humano, según Anthony Romilio, paleontólogo de la Universidad de Queensland, uno de los autores del estudio.
La forma de las huellas muestra que Batrachopus crecidos caminaban al parecer con sus patas hundiendo los talones sobre la tierra, como lo hacen los humanos, según este estudio, que subraya la necesidad de reexaminar otros especímenes de este periodo morfológicamente similares.