Este viernes se cumplen cinco años de la impactante muerte de Paul Walker y su familia aún recuerda las últimas interacciones que tuvieron con la estrella.
Cheryl, la madre del actor fallecido, recientemente declaró a People que Walker estaba de muy buen humor la mañana de su muerte cuando estaba sentado en su cocina con su hija, Meadow, hablando sobre planes de vacaciones.
El actor de "Rápido y Furioso", quien estaba en una pausa para filmar la séptima película de la franquicia, decidió que quería escoger un árbol de Navidad esa noche y decorarlo con su hija de 15 años.
"Estábamos teniendo una buena conversación y se había olvidado de un evento que tuvo. Recibió un mensaje de texto y dijo: 'Oh, Dios mío, ¡se supone que debo estar en algún lugar!'", contó Cheryl.
Cuando Paul salió por la puerta el 30 de noviembre de 2013 para asistir a una exhibición de caridad para su organización Reach Out Worldwide, la mujer no pensaba que sería la última vez que lo vería con vida.
Horas después, el actor falleció a bordo de su GT Porsche, que era conducido por su amigo Roger Rodas.
"Creo que mucha gente piensa: 'Oh, él era solo una estrella de cine que murió en un accidente automovilístico'. Pero había mucho más para él. Eso era sólo una parte de quién era él. Era un hombre increíble", señaló.
A cinco años de su partida, la familia realiza rituales para mantener vivo su recuerdo. Cada 12 de septiembre, día de su cumpleaños, lanzan girasoles al mar de su playa favorita.