La decisión de Jodie Foster de dirigir uno de los capítulos de la nueva temporada de "Black Mirror" ("Arkangel", disponible en Netflix) no fue solo laboral, sino también una declaración de intenciones.

La dos veces ganadora del Oscar, así, rechaza a la industria hollywoodense por convertir a las películas en "parques temáticos", donde gran parte de la culpa la tienen los filmes de superhéroes.

Al menos, eso expresó la realizadora en una entrevista, donde criticó a estas cintas por "arruinar los hábitos de consumo de los estadounidenses y del resto del mundo".

De hecho, acusó a Hollywood de generar malos contenidos con el objetivo de engrosar las billeteras de las productoras y las casas cinematográfias y aseguró que no estaba interesada en participar de una película de US$ 200 millones.

De todas formas, relativizó su decisión dependiendo de si el proyecto contase con una "psicología muy compleja".

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