Detrás de las cámaras, los "munchkins" de "El mago de Oz" (1939) no fueron los guardines que demostraron ser ayudando a Dorothy a encontrar el camino a casa, sino todo lo contrario. Algunos de ellos abusaron de la actriz que en ese momento tenía 16 años.
Esa es una de las revelaciones que cuenta el ex marido de Judy Garland, Sidney Luft, en su libro llamado "Judy and I: My Life with Judy Garland", que llegará a las librerías el 1 de marzo.
El productor y manager, escribe que "ellos (los ciudadanos de Munchkin) le hicieron la vida miserable en el set de rodaje, metiendo sus manos debajo del vestido... Los hombres tenían 40 o más años".
Luft, que estuvo casado con la actriz entre 1952 y 1965, asegura que estos extras "podían hacer lo que les daba la gana porque eran muy pequeños".
Más específicamente, sufrían de enanismo.
"Eran pequeños borrachos. Se emborrachaban todas las noches, y luego los recogían con redes para cazar mariposas", añade el responsable del libro.
Esta no es primera vez que salen a la luz los rumores sobre el comportamiento de los actores.
Julie Lugo Cerra —hija de un hombre que trabajaba cerca de los estudios donde se rodó el filme— dijo a NPR que estos "se la pasaron muy bien" durante la filmación de "El mago de Oz". Para muchos, era primera vez que entablaban relaciones con otros enanos.
Eso sí, los "munchkins" se defendieron de las acusaciones en varias oportunidades, expresando que trabajaron duro por una paga muy menor. "Había algunos a los que les gustaba salir y beber, pero no se les iba de las manos. Todos nos lo pasábamos bien y disfrutábamos los unos de los otros. No hubo alboroto, y todas esas historias son perturbadoras", expresó Margaret Pellegrini, una de las actrices.