A días de estrenar la película "El hijo rojo", Benjamín Vicuña se sinceró con la revista El planeta urbano, en donde habló de su vida personal, destacando pasajes sobre su quiebre con Carolina "Pampita" Ardohain y la muerte de su hija mayor, Blanquita, quien falleciera el 8 de septiembre de 2012 a la edad de 6 años.
"Estoy en un camino, buscando la paz... Yo creo que la vida, o las vidas, son varios capítulos de algo que uno va acumulando. Efectivamente, acabo de vivir un capítulo difícil que traté de enfrentar con toda la sabiduría y madurez posible. No es fácil, es desgarrador, pero siento que uno tiene la obligación de salir adelante, por la gente que te quiere", destacó el actor chileno en torno al fin de su amor de diez años con "Pampita", hecho que se dio en 2015.
En tanto, acerca de su vínculo con la muerte, en relación a la pérdida de la pequeña Blanquita, el ex actor de "Los simuladores" y "Huaiquimán y Tolosa", señaló que "es algo súper personal, no me gusta exponerlo. Los duelos, la concepción de la muerte, son cosas súper personales. Sólo te puedo decir que soy de las personas que creen que la muerte es parte de la vida y que hay que aprender a convivir con ella".
Consultado por "¿de dónde surge la esperanza o la ilusión de estar bien después de experiencias así?", Vicuña respondió que "yo creo en la intuición, y no sé cuánto hay de voluntad o de razón, pero el cuerpo te va llevando. También está la espiritualidad, el tratar de dimensionar cuáles son los problemas reales, diferenciar lo grande de lo pequeño, lo importante, lo trascendental. Efectivamente, en momentos difíciles o trágicos, que todos vivimos, siempre se abre una puerta de algo revelador y uno siempre saca conclusiones, y básicamente uno entiende o trata de entender un pedacito del misterio de la vida, que es una cosa gigantesca. No todo se resume en la muerte, también está el misterio de la vida: el nacimiento de un hijo, el surgimiento de un amor o tantas cosas mágicas que pasan todos los días. Entonces es lindo agradecer, agradecer constantemente el aquí y el ahora y tratar de aprender algo, de capturar algo cuando se hacen estas revelaciones. La vida no deja de sorprender, es maravillosa, es trágica, es cruel, es triste, es todo, por eso hay que tratar de vivirla sin miedo".
Y frente a la pregunta de si lo que le pasó, afectó a su fe, Benjamín contestó que "tengo una formación católica que se vio contrastada con todo lo que me pasó en términos de fe y en mi visión contemporánea, moderna, más progresista y liberal sobre asuntos de la Iglesia que cuestiono profundamente, aunque siga queriéndola y formando parte de ella. Es cierto que me enojé mucho, pero es un proceso en el que estoy. Viví mucha rabia, mucha, mucha rabia, pero después de un tiempo esa rabia va pasando, se va asimilando y te das cuenta de que hay algo más grande y que el rencor y el odio son pequeños. Prefiero elegir la esperanza, la reconciliación con mi propia historia, con el dolor. Eso construye, lo otro es autodestructivo".
Cabe destacar que lo nuevo de Benjamín Vicuña, el filme "El hilo rojo", se estrena en Chile el 26 de mayo, en donde comparte créditos con su nueva pareja, Eugenia "China" Suárez.