Después de varias confrontaciones con el personal del Palacio de Kensington, Meghan Markle se ganó un nuevo apodo: "Me-Gain", un juego de palabras con su nombre que podría traducirse como "yo gano".
De acuerdo a la revista británica Tatler, fuentes confirmaron que la duquesa fue apodada de esa manera como resultado de su naturaleza ambiciosa. Un apodo que recuerda aquellas palabras que pronunció en una ocasión el príncipe Harry: "Lo que Meghan quiera, que lo tenga".
Pero, no es primera vez que recibe un sobrenombre, anteriormente se conocía que parte del personal a menudo la llaman "duquesa difícil". "El personal de Kensington Palace ahora la está llamando 'Me-Gain'", afirma la revista.
Kensington Palace ha negado informes en el pasado de que Meghan haya tenido una relación tensa con su personal, pero una serie de revelaciones asguran que la duquesa de Sussex tiene una personalidad exigente y una ética de trabajo rigurosa.
Así como aquella vez que se supo que Meghan suele levantarse a las 5 de la mañana, y que a partir de esa hora envía mensajes a sus empleados con órdenes unas seis o siete veces al día.
Y se dice que ella "arrancó el libro de reglas" cuando se trata de la realeza con sus constantes mensajes al personal.
Una persona de la realeza dijo: "Meghan puede ser difícil. Ella tiene estándares muy altos y está acostumbrada a trabajar en un entorno de Hollywood. Sin embargo, hay un grado diferente de respeto en la familia real, y Kate siempre ha sido muy cuidadosa con la forma en que ha actuado con el personal".
La duquesa ha tenido una serie de renuncias del personal desde que se unió a la familia real en mayo, incluida su secretaria privada Samantha Cohen, quien se irá después de que llegue el bebé real.
Fue un shock para muchos cuando se informó el año pasado que Cohen, que ha trabajado en el palacio durante 17 años, debía abandonar su cargo. Otra asistente de alto perfil para Meghan, Melissa Toubati, renunció solo seis meses después de la boda real.
La asistente francesa que desempeñó un "papel fundamental en el éxito de la boda real" abandonó su nombramiento después de "aguantar mucho".
La mano derecha de Meghan, Amy Pickerill, quien fue nombrada como su secretaria el año pasado, también está dispuesta a dejar su puesto.