Un hombre de la prefectura japonesa de Aichi fue detenido por pinchar más de 1.000 neumáticos con la esperanza de encontrar pareja.
Según explica Japan Today, el caso salió a la luz luego de que una mujer se percatara que una de sus ruedas estaba pinchada mientras salía del estacionamiento de un supermercado.
Al bajarse a examinar el neumático, un hombre de 32 años detuvo su auto para ofrecerle ayuda, lo que le pareció sospechoso a la mujer, quien ya había vivido una situación similar el año pasado.
La mujer de 43 años decidió reportar el caso a la policía, que decidió examinar las cámaras de seguridad del supermercado. El video mostró que la misma persona había cortado el neumático, para luego seguir a la víctima y así ser el primero en ofrecer ayuda.
Se trataba de Yoshito Harada, de 32 años, quien admitió el crimen cuando fue interrogado por la policía, y confesó que lo había hecho para conocer a la mujer.
Cuando la noticia del extraño método de cortejo se viralizó, varias otras ciudadanas recordaron haber vivido la misma situación en 2013. Tras indagar un poco más, las autoridades confirmaron que se trataba del mismo sujeto.
Posteriormente, el abogado de Harada, admitió que su cliente probablemente había repetido esta maniobra más de 1.000 veces.
En aquella época, Harada evitó ir a prisión tras compensar a las víctimas que lo denunciaron con 30.000 yenes a cada una, cerca de $220.000 pesos chilenos. El hombre también accedió a usar un GPS para que sus padres supieran donde estaba y así evitar que se metiera en problemas.
Pero nada de esto pareció funcionar, pues fue arrestado nuevamente en 2016, y otras mujeres recordaron haber vivido lo mismo en 2015, por lo que el sujeto siguió llevando a cabo su "táctica de conquista" favorita.
Más allá de los asuntos legales, tras casi una década de comportamiento criminal y luego de gastar un dineral en neumáticos de repuesto y acuerdos conciliatorios, Harada aún no ha sido capaz de encontrar pareja.
A pesar de todo, el sujeto fue tan prolífico que a lo largo de los años incluso usó su "técnica" con la misma mujer dos veces y, en al menos en dos ocasiones con chicas que se conocían.