No hay lugar a dudas que la contaminación de los océanos es una de las mayores amenazas medioambientales que, lamentablemente, crece sin freno.
Bien lo sabe, por ejemplo, Rapa Nui, que -según datos municipales- recibe alrededor de 50 veces más plástico y microplástico que las costas de Chile continental.
Sin embargo, en el Pacífico existe un gigantesco "parche" de residuos, el cual solo ha aumentado con el paso de los años.
Se trata de la "Gran Mancha de Basura del Pacífico" (GPGP por sus siglas en inglés) la cual se encuentra flotando entre Hawái y California, Estados Unidos.
Su superficie es de aproximadamente 1,6 millones de kilómetros cuadrados, dimensiones que podrían equipararse a dos veces al tamaño de Chile, desde Arica al Cabo de Hornos.
Para que te hagas una idea, si lo comparamos a regiones y lugares emblemáticos de nuestro país, correspondería a:
- 104 veces el tamaño de la región Metropolitana (aprox. 15.403 km²)
- 15 veces el tamaño del Desierto de Atacama (aprox. 105 mil km²)
- 666 veces el Parque Nacional Torres del Paine (aprox. 2.400 km²)
- 190 veces el tamaño de la Isla de Chiloé (aprox. 8.394 km²)
Además, este islote de basura -según investigaciones de The Ocean CleanUp- está compuesto por 1.800 millones de piezas de plástico, los cuales pesan 100 mil toneladas.
Este fenómeno fue descubierto en 1977 por el oceanógrafo estadounidense Charles Moore. Si en ese tiempo lo que vio fue impactante, con el paso de los años se ha ido empeorando hasta llegar a la situación actual.
¿Cómo se genera esta isla de basura?
Hay varios factores que permiten que esta isla de basura vaya creciendo y tomando forma:
- Corrientes marinas: Los giros oceánicos provocan que los desechos se concentren en un solo punto, formando esta gran acumulación de plásticos.
- Pesca y comercio marítimo: Las redes abandonadas y otros objetos náuticos asociados a pesca y comercio marítimo representan el 46% de la masa total de los desechos.
- Plásticos no biodegradables: Los materiales se fragmentan en microplásticos, haciendo que se dificulte su eliminación y multiplicando su riesgo para ecosistemas.
¿Cuáles son sus consecuencias?
La isla no solo provoca un daño visual, sino también afecta a especies marinas, impacta la economía e indirectamente pone en riesgo la salud humana.
- Contaminación química que podrían afectar tanto a animales que lo ingieren como a quienes se alimentan de ellos.
- Desequilibrio alimenticio: reducción en las posibilidades de alimentación de especies producto del plástico.
- Redes fantasma: 46% de la masa de la isla son redes de pesca abandonadas que pueden enredar y matar la fauna marina
- Especies en peligro: Un 17% de las especies afectadas -según cifras de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UCIN)- están en peligro de extinción, entre las cuales hay tortugas y aves marinas.