Pareciera ser una historia sacada de un guion de Hollywood, tal vez por el vuelco que tuvo el caso en su desarrollo, nueve años atrás. "Pesadilla de un secuestro en California" es una nueva miniserie de Netflix que se posiciona en el top de contenidos.
La historia se centra en el secuestro sufrido por Denise Huskins en 2015. Su pareja Aaron Quinn denunció el hecho a las autoridades, alegando que ambos fueron drogados por intrusos que ingresaron a su casa.
Lo cierto es que, a pesar de que Huskins narró que pasó por torturas y episodios de violación, el caso terminó poniéndose en su contra y por consiguiente, su palabra en duda.
De qué trata 'Pesadilla de un secuestro en California'
Comparado con la película Perdida (Gone Girl), dirigida por David Fincher y protagonizada por Ben Affleck, el caso tomó un vuelco que desmoronó a sus protagonistas.
Esto por los hechos que ocurrieron posterior a la denuncia de secuestro: en el hogar de Aaron se encontraron indicios de que hubo un enfrentamiento violento y pistas de una infidelidad de él. La policía de Vallejo, en California, sospechó de que podría tratarse de un asesinato.
Sin embargo todo se descartó cuando Denise apareció sana y salva cerca de la casa de sus padres. En ese momento, se levantaron las hipótesis de que todo era falso y que fue un hecho inventado por la pareja.
Esto se empezó a validar en las autoridades, ya que la mujer no parecía alterada al dar su testimonio de lo ocurrido. Los efectos mediáticos del caso y la incredulidad de los investigadores echaron por tierra la verosimilitud del ataque.
Sus consecuencias sólo se están destapando con este documental de tres episodios, que ya está disponible en la plataforma.