El youtuber chileno Fabio Torres, quien hace algunos meses mostró su nuevo departamento que compró en Japón, de apenas 11 metros cuadrados, ahora explicó junto a su pareja japonesa Akachan por qué nadie quiere una casa para vivir en ese país.

Y no es sólo por un tema de impuestos, sino que las mismas casas que regala el Gobierno tienen una trampa y podrían llegar a ser mucho más costosas.

“La primera razón por la cual no recomendaría comprar una casa o un departamento aquí en Japón, es porque es uno de los muy pocos países donde el precio de las propiedades se devalúa todos los años”, comenzó explicando Fabio Torres en una reciente publicación en su canal de YouTube.

“Esto es principalmente debido a que la población está demasiado envejecida y como quizás sabrán aquí en Japón hay muy pocos nacimientos. La tasa de natalidad es muy baja, lo que hace que todos los años haya más propiedades disponibles, pero menos gente para habitarlas”, continuó.

En ese sentido, aseguró que “ni siquiera la gente que vive en Japón quiere casa gratis y por qué pasa todo esto, porque los impuestos a la propiedad acá son muy caros. Hay casas que no son tan caras, pero pagar los impuestos mensualmente te puede salir incluso más caro que pagar un arriendo”. 

“Justamente estas casas gratuitas del Gobierno, que si bien existen, siempre están literalmente en la punta del cerro, en zonas muy remotas donde la población ha bajado completamente y tienen la condición de que uno la tiene que reparar, renovar. Y reparar una de estas casas, que son muy antiguas, incluso algunas pueden superar los 100 años, te puede salir mucho más caro que comprarte una casa nueva en una zona céntrica, en Tokio o en una gran ciudad”, afirmó.

Otro problema, según Fabio Torres, es que “si uno aceptara por ejemplo una casa gratuita, en qué uno va a trabajar. Son generalmente en lugares donde no hay ni siquiera un supermercado, no hay trabajos, no hay oficinas, entonces uno tendría que ser una especie de trabajador remoto y que además se pueda auto sustentar”.

Finalmente, advirtió que “tener una casa en Japón no te da ningún beneficio”, en el sentido de que una persona no se puede ir a vivir a ese país sólo por tener una propiedad, como si lo permiten algunos países cuando la vivienda supera un determinado valor.

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