Este martes ha sido una jornada que para los amantes de la arqueología egipcia puede marcar realmente un antes y un después. 

El furor ha surgido luego que el egiptólogo británico, Nicholas Reeves, sometiera a exámenes al diminuto lugar de reposo de Tutankamón que podría confirmar una revolucionaria teoría: ¿Está también la tumba de Nefertiti?

Los rumores se han alimentado aún más ya que durante su visita al llamado "Valle de Los Reyes", el propio ministro de Antigüedades local, Mamduh el Damati, ha confirmado la presencia de marcas y arañazos contiguos a la tumba del legendario emperador Tutankamón, la cual fue descubierta por Howard Carter en 1922.

"Esto indica que los muros oestes y norte de la tumba podrían ocultar dos cámaras funerarias", ha confesado El Damati al diario estatal Al Ahram.

El británico ya había aterrizado el sábado pasado a la tierra de los faraones para poder estudiar la tumba y confirmar su teoría. De hecho, las autoridades locales aprobaron el uso de un radar procedente de Japón para intentar desentrañar el misterio que se anuncia desde agosto.

"Mi hipótesis es que nos encontramos ante una tumba dentro de una tumba. El enterramiento de Tutankamón se habría realizado en la parte exterior de una sepultura que ya existía y que se habría adaptado para tal fin. De ser así, habría un segundo enterramiento en los lugares más recónditos de la tumba", apunta Reeves en entrevista con El Mundo.

Claro, la "inquilina" de esta segunda tumba no sería nada más ni nada menos que Nefertiti (1370-1330 AC), la esposa del faraón Akenatón de la VXIII dinastía, que gobernó entre 1539 y 1075 AC, y quien fue padre de Tutankamón.

"Después del primer examen de las paredes no podemos hacer nada más hasta que recibamos el visto bueno sobre el radar para confirmar los hallazgos", ha comentado el experto.

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