Mark Zuckerberg quiere cambiar el modelo de negocio de Facebook. Y con ello, también la forma en la que la red social obtiene ingresos.
En una extensa carta de más de 3.000 palabras publicada en el blog de la compañía, el fundador y presidente de la tecnológica dijo que quiere convertir Facebook en una "plataforma centrada en la privacidad".
A pesar de que no dio una fecha prevista para implementar los cambios, aseguró que quería priorizar la comunicación privada entre las personas que utilizan la red social y reducir la cantidad almacenada de datos que tiene de sus usuarios.
El empresario reconoció la capacidad de Facebook e Instagram (que Zuckerberg compró en 2012) de conectar amigos y comunidades con intereses comunes, pero dijo que en el futuro el enfoque debe ser otro.
"La gente también quiere conectarse cada vez más de forma privada en el equivalente digital de la sala de estar", dice la misiva.
Entre los cambios que estaba explorando como parte de su plan, Zuckerberg adelantó:
- Añadir cifrado de extremo a extremo a todos sus servicios de mensajería para que los "piratas informáticos, delincuentes" o el propio Facebook no puedan ver los chats.
- "Reducir la permanencia" del contenido publicado en Facebook, incluidas las fotos que desaparecen, las actualizaciones de estado e incluso los mensajes privados.
- Fusionar elementos de Facebook Messenger, Instagram y WhatsApp para que los mensajes puedan enviarse y recibirse entre las tres aplicaciones
Sin embargo, enfatizó que la opción de publicar de manera pública se mantendría, ya que permite a las personas descubrir "nuevas personas, ideas y contenido" y da voz a las personas.
Una nueva fuente de ingresos
Pero el plan de Zuckeberg para el futuro no ha convencido a todo el mundo.
"Los críticos de Facebook se han reído ante la sugerencia. Hasta ahora, Facebook ha estado alentando a las personas a compartir cada vez más contenido, recogiendo un sinfín de datos personales y usándolos para obtener dinero a través de publicidad", escribió el reportero de Tecnología de la BBC, Chris Fox.
Lo cierto es que la mayor parte del dinero de Facebook proviene de anunciantes, que pueden dirigir sus anuncios a audiencias muy específicas. Gracias a que la gente comparte tanto contenido, la plataforma tiene información detallada de la edad, ubicación, gustos, opiniones políticas e intereses en general.
Pero Zuckeberg ya ha dado una pista sobre cómo piensa conseguir nuevas fuentes de financiación al afirmar que los mensajes encriptados también crearán un margen para nuevas herramientas comerciales, especialmente las relacionadas con los pagos en línea y el comercio electrónico.
"Es necesario pensar seriamente en todos los servicios que construiremos en base a ese principio (de privacidad), desde cómo la gente hace sus pagos a cómo realiza sus transacciones financieras y hasta el papel de las empresas, la publicidad y cómo podemos ofrecer una plataforma para otros servicios privados".
Facebook podría estar pensando en seguir el ejemplo de la empresa china WeChat, que empezó su negocio como una plataforma de comunicación entre individuos y ahora maneja diferentes servicios de comercio en línea.
¿Un cambio forzado?
Pero hay quienes se preguntan si este cambio en la estrategia de negocio es algo deliberado o más bien forzado.
"Facebook está haciendo esto bajo presión", escribe en un artículo en el diario The Washington Post Henry Farrell, profesor de Ciencias Políticas y Asuntos Internacionales en la Universidad George Washington, en Estados Unidos.
Farrell cree que los últimos escándalos en materia de privacidad en los que se vio envuelta la compañía y las más estrictas políticas de datos aprobadas en la Unión Europea son un factor determinante para el cambio de rumbo anunciado.
En 2018, se supo que los datos de 50 millones de usuarios de la red social habían sido recopilados y vendidos a la consultora política Cambridge Analytica con fines electorales y por lo que Zuckerberg tuvo que dar explicaciones ante el Congreso de Estados Unidos.
La hipótesis de que este cambio sea en realidad una forma de supervivencia de la propia plataforma es una posibilidad que también recoge en su análisis la experta en Tecnología de la BBC Zoe Kleinman.
"(Este cambio) podría apuntar a la amenaza inminente de que gobiernos en todo el mundo están planeando una mayor regulación en materia de redes sociales y un nuevo enfoque (en el que los datos no son almacenados) podría ayudar a la plataforma a responder a una mayor presión sobre de qué manera utiliza la información de la gente", escribe Kleinman.
De todos modos, Zuckerberg dejó claro que estos cambios son un proyecto de futuro que llevará varios años y en el proceso, prometió, la compañía contará con el asesoramiento de expertos y mantendrá niveles suficientes de transparencia.