Un misterio tenía desde hace años intrigados a los ingenieros: ¿cómo es capaz de resistir los terremotos la torre de Pisa, inclinada como está?
Teniendo en cuenta que se inclina en un ángulo de cinco grados, lo que resulta en una desviación más que perceptible desde cinco metros y que tiene 58 metros, la pregunta parece lógica.
La Toscana, además, donde se sitúa la famosa torre, es una región altamente sísmica, al igual que gran parte de Italia, por la colisión de dos de las grandes placas tectónicas de nuestro planeta: la africana y la euroasiática.
Desde los inicios de su construcción, en el siglo XII, ha resistido al menos cuatro grandes terremotos pero, al contrario que muchos otros edificios modernos en la zona, sigue en pie.
Un equipo de 16 ingenieros de la Universidad Roma Tre y de la Universidad de Bristol, en Inglaterra, se propusieron desvelar el misterio y lo han encontrado: la culpa (y la salvación) está en el suelo.
Un suelo blando
Tras estudiar la información sismológica, geotécnica y estructural de todos estos siglos que han encontrado disponible, los investigadores aseguran que se debe a un fenómeno conocido como "interacción dinámica entre suelo y estructura" (DSSI, por sus siglas en inglés).
Es decir, se trata de una combinación entre las características del terreno en el que se erige la torre y la estructura y altura de la misma. Por un lado el terreno sobre el que se levanta es blando, y por otro la estructura alta y rígida. Todo esto hace que la resonancia de los movimientos sísmicos sea mucho menor.
Esta ha sido, según un comunicado emitido por la Universidad de Bristol, la clave de su supervivencia. La torre inclinada de Pisa tiene un récord mundial de efectos DSSI, dice este equipo de ingenieros.
"Irónicamente, el mismo suelo que causó la inclinación de la torre y la llevó al borde del colapso, puede decirse ahora que le ha ayudado a superar los episodios sísmicos", dijo el profesor Mylonaki, experto en ingeniería sísmica y geotécnica de la Universidad de Bristol.
La Torre no está libre del colapso a causa de su inclinación pero esta investigación sí arroja algo de luz a por qué, a pesar de su desvío, el edificio no sucumbió a los terremotos.
Los resultados serán presentados formalmente en la Conferencia Europea de Ingeniería de Terremotos que se celebra el próximo mes de junio en Tesalónica, Grecia.