Estaba a precio de ganga, pero por su valor histórico terminó subastándose por miles de dólares.

Lo que parecía ser una máquina de escribir común y corriente que le costó a un hombre US$114 en un mercado de pulgas se acabó subastando por US$51.500 , luego de que se descubriera que era una Enigma I, utilizada por el ejército nazi durante la Segunda Guerra Mundial.

El descubrimiento lo hizo un profesor de criptografía, quien aparentemente reconoció el verdadero valor de la pieza.

La reliquia fue adquirida el martes por un comprador en línea en la ciudad de Bucarest, capital de Rumania.

Las máquinas Enigma fueron utilizadas por el cuerpo armado de Adolfo Hitler para elaborar códigos cifrados en las comunicaciones militares durante la guerra.

Fue diseñada en Alemania en la década de 1920 y los códigos que creaba por medio de dispositivos de encriptación electromecánica luego fueron descifrados por el matemático británico Alan Turing y su equipo de Bletchey Park, una instalación militar en Inglaterra.

La capacidad de los aliados de descodificar los mensajes alemanes se cree que acortó la guerra dos años.

La casa de subastas Artmark, en Bucarest, fijó un precio inicial de US$10.274 para la pieza.

Cristian Gavrila, encargado de las ventas de coleccionables de la firma, le dijo a la agencia Reuters: "El que la trajo la compró en un mercado de pulgas. Es un profesor de criptografía, así que sabía muy bien lo que estaba comprando".

Sin embargo, el precio de venta final se quedó corto en comparación con las cantidades que se han pagado antes por una máquina Enigma. La casa de subastas Christie's vendió una en Nueva York el mes pasado por medio millón de dólares.


¿Cómo funcionaba una máquina de cifrado Enigma?

  • Los rotores (parte giratoria de la máquina) ubicados arriba y a la izquierda podían ajustarse a diferentes configuraciones para crear códigos. Cuantos más rotores tenía, el código era más difícil de descifrar.
  • El mensaje encriptado se mecanografiaba con las teclas de una máquina de escribir que el aparato tenía en la parte delantera.
  • Cada vez que se tecleaba una letra, una lámpara iluminaba una de las letras en el centro de la máquina; de este modo la letra iluminada formaba parte del texto cifrado.
  • Modelos posteriores tenían un panel de enchufe al frente (justo debajo de las manos del operador), que añadía un nivel extra de complejidad.
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