Un grano de arroz parece gigante a su lado, pero las apariencias de esta diminuta máquina engañan. La computadora más pequeña del mundo, creada por ingenieros de la Universidad de Michigan, puede ayudar mucho en el campo de la ingeniería biomédica.

Mide apenas 0,3milímetros de lado a lado y tiene memoria RAM, procesadores, transmisores y receptores inalámbricos.

Debido a su tamaño no puede tener antenas convencionales así que recibe y transmite datos con luz visible. La energía que lo mantiene en funcionamiento proviene de una base externa, que es también la que recibe las señales. Lo malo es que una vez se apaga, se pierde la información almacenada mientras está operativa.

La creación de esta computadora se enmarca dentro de la particular carrera que desde hace unos años mantienen los ingenieros del centro de Michigan y los desarrolladores de IBM.

El pasado mes de marzo la compañía desbancó a los universitarios presentando un modelo de apenas 1 milímetro de largo por 1 de ancho.

Pero ésta no es una carrera sin sentido. Poder crear un dispositivo diminuto abre la puerta a diferentes usos en campos como la ciencia, la tecnología o incluso en la producción de recursos energéticos.

Aplicaciones prácticas

El dispositivo está diseñado como un sensor de precisión que convierte las temperaturas en intervalos de tiempo gracias a los pulsos electrónicos. El margen de error es de apenas 0,1 grados centígrados.

Su tamaño puede ayudar en el campo de la oncología, permitiéndole medir la temperatura de células ya que algunos estudios sugieren que los tumores aumentan la temperatura del tejido celular.

Gary Luker, profesor de radiología e ingeniería biomédica del la universidad estadounidense señaló también que puede ayudar a evaluar los tratamientos de pacientes con cáncer.

"Estamos utilizando este sensor de temperatura para investigar las variaciones en la temperatura dentro de un tumor en comparación con el tejido normal y para ver si estos cambios sirven para determinar el éxito o el fracaso de la terapia", recoge en una nota de prensa de la institución.

A pesar de que la oncología es la prioridad de los desarrolladores por ahora, también creen que puede tener aplicaciones prácticas muy variadas como detectar la presión dentro del ojo para el diagnóstico de glaucoma, monitorear los yacimientos de petróleo, supervisar procesos químicos que ocurren dentro del cuerpo, para la vigilancia en video y audio hasta para el estudio de caracoles.

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