Con motivo de la gran fiesta del cine Emma Watson quiso hacer un guiño a Time's Up, el movimiento que combate el acoso sexual y la discriminación hacia las mujeres en esa industria.
Así, la actriz británica, de 27 años, lució durante una fiesta posterior a la ceremonia de los Oscar de este domingo, ofrecida por la revista Vanity Fair en el Centro Wallis Annenberg para las Artes Escénicas de Beverly Hills, California (Estados Unidos), un tatuaje temporal en honor a la iniciativa de la que ella misma es uno de los rostros más visibles.
Sin embargo, en el dibujo de su antebrazo derecho se leía Times Up en lugar de Time's Up, que en español significa "se acabó el tiempo".
Y decenas de usuarios de las redes sociales no tardaron en poner el grito en el cielo por el error gramatical, la falta de apóstrofe.
Aunque también hubo quien apoyó a la actriz, quien se hizo conocida por su papel en la saga Harry Potter y que desde entonces ha protagonizado varias películas, entre ellas "La bella y la bestia".
Quienes salieron en su defensa destacaron que el hashtag del movimiento, #TimesUp, no lleva apóstrofe.
En vista de la reacción, Watson no tardó en salir al paso y optó por contestar a los comentarios en clave de humor.
"Puesto corrector vacante. Se requiere experiencia con apóstrofes", escribió la actriz, quien recientemente donó un millón de libras (US$1,38 millones) a una campaña contra el acoso, en su cuenta de la red social Twitter.
Y pronto varios usuarios se mostraron voluntarios para ocupar el puesto.
Los Oscar no fueron los primeros premios en los que Time's Up, nacida después de que estallara el escándalo por acoso del productor Harvey Weinstein, tuvo presencia.
Ya el 7 de enero, durante la 75 edición de los Globos de Oro, los galardones concedidos por la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA, por sus siglas en inglés) en reconocimiento a la excelencia de profesionales en cine y televisión, la mayoría de actores y actrices optaron por vestir de negro en la alfombra roja en referencia al movimiento.
Y el 21 de febrero, durante la 38 edición de los Brit Awards, los premios anuales de la Industria Fonográfica Británica, los asistentes a la gala del O2 Arena de Londres portaron rosas blancas por el mismo motivo.