Lento pero seguro, el abalón "loco" chileno se alzó este jueves con el título de Molusco del Año, siguiendo los pasos del caracol pintado cubano, vencedor el año pasado.
No ganó la belleza ni las proezas físicas, sino quizás el potencial gastronómico del molusco, muy apreciado en Chile y Perú.
Frente a cuatro rivales, algunos con espectaculares atributos físicos, el "loco" (Concholepas concholepas) se llevó el 42% de los votos de un sondeo internacional, organizado por un centro alemán de estudio de la biodiversidad genómica (LOEWE).
Este organismo decidió hace dos años organizar la competición para sensibilizar sobre el futuro de esos animales, amenazados por la explotación de los recursos marinos y la contaminación.
Como premio, el abalón "loco" tendrá derecho al desciframiento de su genoma a cargo de los expertos germanos, para beneficio de la humanidad.
Cada año especialistas del mundo entero hacen una criba entre las más de 85.000 especies distintas de moluscos que pueblan tierras, ríos y mares de la Tierra.
Cinco finalistas presentan luego sus encantos ante el público.
"Estamos orgullosos. Como se puede imaginar, el 'loco' no es el molusco más atractivo", declaró a AFP J. Antonio Baeza, investigador de la universidad de Clemson, en Carolina del Sur (Estados Unidos), que defendió la candidatura de su delicado aspirante.
"Aunque seguro que es más apetitoso que una babosa de mar", añadió.
Los demás finalistas eran la babosa leopardo (Limax maximus), un caracol de mar (sin caparazón) conocido como micromelo undatus, una ostra gigante que vive a gran profundidad y que puede vivir 500 años (Neopycnodonte zibrowii), y una babosa de mar con cuernos (Hermissenda crassicornis).
Los moluscos existen desde hace más de 500 millones de años, y después de los insectos, representan la subdivisión animal más numerosa del planeta.