Freddie Mercury falleció un día después de hacer público su grave estado de salud producto de SIDA, el 24 de noviembre de 1991. Por lo que el cantante sabía que su enfermedad lo llevaría a la muerte y tuvo tiempo para despedirse de sus amigos y seguidores.
Elton John en su libro "Love is the Cure: On Life, Loss and the Ends of Aids" (El amor es la cura: sobre la vida, la pérdida y el fin del sida) recuerda la última historia que tuvo con el cantante de Queen.
John cuenta que Freddie le confesó ser portador del virus del VIH poco después de su diagnóstico sabiendo que su muerte era inminente producto de la enfermedad que se avecinaba, deteriorándose su salud a finales de los '80.
"Me rompió el corazón ver cómo el sida hacía estragos en esta luz que brillaba sobre el mundo. Hacia el final, tenía el cuerpo cubierto por lesiones del sarcoma de Kaposi. Estaba casi ciego. Estaba demasiado débil como para levantarse siquiera" confiesa el intérprete de "Your Song".
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Un mes después de la muerte de Mercury, Elton John seguía devastado por la pérdida de su amigo, hasta que en navidad una persona tocó la puerta del cantante para entegarle un presente.
"Yo seguía con cara de amargado cuando un amigo apareció en la puerta de mi casa y me dio algo envuelto en una funda de almohada. Lo abrí, y adentro había una obra de uno de mis artistas favoritos, el pintor británico Henry Scott Tuke. Y había una nota de Freddie" cuenta John.
Tiempo atrás ambos cantantes se habían inventado sobrenombres con sus alter egos en versión de "drag queens". Mercury era Melina y John era Sharon. Por lo que la nota incluía a los personajes: "Querida Sharon, pensé que esto te gustaría. Con amor, Melina. Feliz Navidad".
El cantante británico cuenta en su libro que en eso momento tenía 44 años y aún así "lloraba como un niño". "En sus días finales de algún modo se las había arreglado para encontrar un regalo de Navidad encantador para mí", relata el autor.
