Era la activdad del semestre y los estudiantes de un curso de primaria en Florida, Estados Unidos, se prepararon semanas para asistir a un partido de fútbol americano y apoyar a la Universidad de Tennessee.
Como era de esperar, todos fueron vestidos con el color naranja de la institución, sin embargo, uno de ellos no contaba con el dinero para una de las prendas oficiales y decidió dibujar el logo de la casa de estudios sobre una hoja de cuaderno y la pegó sobre una polera.
La genial solución no fue bien vista por sus compañeros, quienes se burlaron del pequeño. El niño fue sorprendido por su profesora llorando en uno de los baños de la escuela y ella decidió realizar una campaña para obtener una camiseta original del equipo.
Destacando lo orgullosa que estaba de la iniciativa y del ingenio del menor, la docente logró que el equipo leyera el texto y le enviaron una caja llena de merchandising.
Y no solo esa fue la sorpresa, la universidad decidió lanzar una nueva camiseta con la versión del diseño del niño y la entidad señaló que todo el dinero recaudado por la venta de esta prenda irá destinado a una organización para prevenir y reducir el acoso y bullying en Estados Unidos.