Sería la peor pesadilla para cualquier animal pero el hecho sido definido por los expertos como "muy inusual". Y se trata de la confusión de una ballena jorobada que quedó varada en un río infestado de cocodrilos en Australia mientras emprendía su recorrido hacia la Antártica.
En una primera instancia, las autoridades locales avistaron a tres ejemplares de la especie pero más tarde confirmaron de solo una la desembocadura del río Aligátor Oriental, en el parque nacional Kakadu.
Además, descartaron que las ballenas que lograron volver a su ruta migratoria no fueron devoradas por los cocodrilos. "Los cocodrilos no son un peligro para las ballenas debido a su imponente tamaño. Ni siquiera un cocodrilo grande se acercaría a ella", detalló la experta en medio ambiente Carol Palmer a un medio local.
Sobre la explicación de esta situación, los científicos no pueden estar seguros de lo ocurrido y que lo más probable es que se trate "de un giro equivocado".
Personal del parque informó de la creación de una zona de exclusión en la desembocadura a 30 kilómetros río arriba "para el bienestar de la ballena y para la seguridad de las personas que podrían haber considerado ir al área en bote".