Los insectos se posicionan cada vez con más fuerza como un sustituto a la carne de vaca y ovejas. Así lo confirma la Unión Europea, que esta semana dio la autorización para el consumo de dos especies de insectos en los países que conforman la UE.

El martes 24 de enero la UE dio el "vamos" para la venta de larvas de gusano en polvo, congeladas, en pasta y deshidratadas y de grillos en polvo parcialmente desgrasado, como una medida para prevenir la extinción de algunas especies animales y el cambio climático, puesto que la cuarta parte de los gases que calientan a la Tierra con su contaminación "proviene de alimentos cárnicos y lácteos".

"Las vacas y ovejas eructan metano, un gas de efecto invernadero potente, y los agricultores arrasan los bosques para hacer pastos y cujltivar soja, tres cuartas partes de la cual se destina al ganado", informa T13.cl. 

Los insectos son, por tanto, un agente importante para combatir este problema, el cual podría solucionarse utilizando dietas menos destructivas para el medio ambiente. Además son considerados una "alternativa barata" para el consumo. Ojo, que la UE dice que "nadie se verá obligado a comer insectos", solo autorizaron su venta y consumo humano, no es una imposición. 

De acuerdo a DW esta especie es una alta fuente de proteína. "Entre el 35 y el 60 por ciento del peso seco de los insectos está constituido por proteínas. Los insectos son mejores que el ganado a la hora de transformar las calorías de su alimento en calorías en su cuerpo. Además, se reproducen con rapidez y ganan peso rápidamente", explican. 

Por ejemplo, según los estudios, la proteína de los gusanos de la harina amarillos utiliza un 70% menos de tierra y emite un 23% menos de gases de efecto invernadero a la atmósfera en comparación con la producción de proteína de los pollos.

Aunque esto pueda ser una buena solución, el asco es el mayor obstáculo de los ciudadanos a la hora de pensar en consumir los insectos. Hoy por hoy está en estudio si "las barreras del asco pueden superarse". 

 

 

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