Hace unos años fue noticia nacional la historia de Leslie Vergara. La joven madre de 32 años accedió a una clínica clandestina para realizar un aumento de sus gluteos, lo que terminó costándole la vida.
Las acusadas fueron Teresa Díaz y sus hijos, Jorge y Mónica Flores, quienes trabajaban en la clínica clandestina con títulos falsos de médicos. Incluso, el recinto acumuló una gran cantidad de negligencias, siendo clausurado e, incluso, trabajando con licencia de peluquería.
"La sustancia que fue inyectada en el cuerpo de Leslie era silicona industrial, con la que se sellan las ventanas, que ningún caso está autorizada ni recomendada para el uso en humanos", sostuvo Rufino Martínez, abogado de la familia de la víctima.
La confesión de los falsos cirujanos del caso Leslie Vergara
ReportajesT13 asistió al caso de negligencia médica, el cual terminó con la muerte de Leslie Vergara.
"Nunca hemos sido delincuentes. Mi mamá nunca ha tenido la intención de matar a absolutamente a nadie", declaró Jorge Flores.
"Desde que estoy en la cárcel, no hay día en que yo no deje de pensar en lo que pasó. Realmente estoy arrepentida de no haberle puesto atajo a toda esta situación", sostuvo Mónica Flores.
Tras esto, la mujer reconoció que adquirieron títulos falsos como médicos cirujanas para trabajar en la clínica clandestina.
"Había un contacto que cobraba un millón 500 mil por el título de la Universidad de La Frontera y me dijo, tengo el contacto con el Registro Civil, está todo ok, no hay problema, no va a pasar nada", declaró Monica Flores.
Por su parte, Teresa Díaz, reconoció que "había un convenio con la persona del Registro Civil que iba a tener todo eso listo".
Madre e hija viajaron hasta Puerto Montt para concretar el trámite que les permitió acreditarse como médico cirujano.
"Hicieron el trámite en dos días y ahí ellos presentaron los títulos y salió el carnet con la identificación que éramos médicos cirujanas. Obviamente no puedo dar el nombre porque esto es como una mafia y temo por mi vida", señaló Teresa Flores.