Fue aplastante. La derrota de Jaime Gajardo (PC) en la presidencia del Colegio de Profesores fue dura. Su contendor, Mario Aguilar, del Partido Humanista, lo vencía con un 66,54% de los votos y el propio Gajardo reconoció que perdió el cargo que mantenía desde 2007.
La derrota también impacta al Partido Comunista en el mundo gremial, donde ya había perdido la elección de la CUT, pese a que tras un acuerdo de gobernabilidad se mantuvo en manos de Bárbara Figueroa.
Aguilar -líder de la disidencia a Gajardo- asumirá ahora la cabeza del magisterio con un tono crítico. Reconocido como un duro en el Colegio de Profesores, el 2015 lideró junto al dirigente Darío Vásquez el paro docente, que lo enfrentó no sólo al gobierno, sino además al propio Gajardo, quienes tenían posturas marcadamente distintas en la negociación.
Mientras Aguilar, profesor de Educación Física de la Universidad de Chile- demandaba el retiro del proyecto de carrera docente del Congreso, Gajardo apostaba por un rediseño, una estrategia más negociadora que la del líder disidente.
“Era siempre el de la postura más extremista en la comisión”, recuerda un parlamentario para resumir cómo actuaba el futuro presidente del magisterio en la comisión de Educación de la Cámara de Diputados.
Y para ello, Aguilar -casado y con tres hijos- esperaba ser el último de los representantes del Colegio en hablar para marcar sus duras posturas en el debate. Primero lo hacía Gajardo, luego Vásquez y finalmente el militante del Partido Humanista.
Para Aguilar, el proyecto de carrera docente que cuestionaba con fuerza tenía un carácter “neoliberal”. Varias de sus intervenciones en la comisión de la Cámara, de hecho, las publicó en su cuenta de Facebook.
Esa no es la única red social que utiliza de manera frecuente. Asiduo usuario de Twitter, donde tiene más de cinco mil seguidores, Aguilar da muestra en esa plataforma de su fuerte discurso.
“Gobierno malo, negligente, arrogante, displicente, flojo. Queda en evidencia en el muy evitable conflicto por reajuste del sector público”, escribió en medio de la tensa negociación que culminó la semana pasada.
Su frase evidencia cómo manejará el magisterio ante el Ejecutivo. De hecho, tras los primeros cómputos, Aguilar sostuvo que se eligió “un gremio crítico que sea capaz de decirle las cosas al gobierno”.