El Presidente de la República, Sebastián Piñera, le habló por última vez a Chile como mandatario en una cadena televisiva, este miércoles. El jefe de Estado repasó su gobierno que estuvo marcado por el estallido social de octubre de 2019 y la pandemia de COVID-19, haciendo también una fuerte crítica a la oposición.
“Todos sabemos que en la unida está la fuerza, y una casa dividida no puede prevalecer. Más allá de nuestros errores, que los hubo, la acción del gobierno encontró en demasiadas ocasiones una implacable obstrucción de una parte de la oposición, y a veces críticas que nos parecieron injustas”, dijo.
“La misión del gobierno y la oposición no es destruirse mutuamente, sino colaborar. Me preocupa no reconocer el progreso que ha tenido nuestro país en los últimos 30 años, que fue fruto del esfuerzo de todos. Es irresponsable despreciar e intentar desmantelar lo que juntos hemos construido”, agregó.
Como parte de su legado, Piñera destacó la promulgación del matrimonio igualitario, la gestión en la vacunación contra el COVID-19 que, como dijo, “logró salvar miles de vidas”, y el acuerdo que se llegó tras el estallido social para la elaboración de una nueva Constitución.
Además, hizo énfasis en los “tiempos difíciles” en los que le tocó gobernar, principalmente por la violencia que hubo durante las manifestaciones sociales de 2019.
“Esta violencia la enfrentamos con todos los instrumentos del Estado de Derecho, buscando siempre compatibilizar el orden público y la responsabilidad ciudadana, con el respeto a los derechos humanos de todos. Es importante recordar que en ese tiempo no contábamos con personal calificado para la magnitud de esta grave y sorpresiva violencia”, precisó.
El Presidente también lamentó la recesión económica mundial que provocó la pandemia, pero destacó que ya se han recuperado 1,6 de los 2 millones de empleo que se perdieron. “El gobierno termina con una economía ordenada, con ahorros y un país en crecimiento”, aseguró.
El mandatario además criticó a la actual Convención Constitucional, a la que acusó de tener un “excesivo afán refundacional”.
“Llevamos 40 años enfrentándonos y dividiéndonos por la Constitución del 80. No queremos pasar los próximos 40 años enfrentándonos y dividiéndonos por la nueva Constitución. Se requieren amplios y sólidos acuerdos para que la Constitución sea reconocida y respetada por todos”, expresó.
“Me preocupa el excesivo afán refundacional e identitario de amplios sectores de la Convención Constitucional. Chile tiene una historia y nuestra nación es mucho más que la suma de sus partes. Somos un solo país y todos somos chilenos”, añadió.
Sobre la violencia en la región de La Araucanía o los retiros de fondos de pensiones, que fueron dos de los grandes temas que tuvo que enfrentar este gobierno, Piñera no se refirió en su último mensaje al país.