"Viva la democracia" fue el lema que se tomó el Palacio de La Moneda, donde este miércoles se conmemoraron los 30 años desde el día en que Patricio Aylwin asumió como Mandatario electo, el primero luego de 17 años de dictadura.
La ceremonia estuvo marcada por simbolismos. Fotos de los ex mandatarios -Patricio Aylwin, Eduardo Frei, Ricardo Lagos y Michelle Bachelet-, réplicas de las papeletas utilizadas en anteriores procesos eleccionarios y banderas tricolores fueron parte de la decoración de Palacio. A esto se sumó la reproducción de un video que dio cuenta de los principales hitos políticos dentro de estos 30 años y donde se hizo un llamado a la unidad nacional. "La democracia ha entregado a nuestros mejores años a nuestro país", fue uno de los mensajes emitidos.
Tras esto, fue el turno del Presidente Piñera, quien reflexionó sobre la importancia de este hito y las causas que llevaron al quiebre institucional de 1973. Según dijo, parte de estas "lecciones" pueden ser utilizadas para abordar el estallido social que ha vivido nuestro país desde octubre de 2019.
"Hace 30 años, en este mismo palacio, cuando dábamos los primeros pasos como un país libre y demócrata, el presidente Aylwin dijo las siguientes palabras: esta criatura está naciendo, esta libertad que estamos reconquistando tenemos que cuidarla", comenzó diciendo.
Y es que para el Mandatario "estas palabras tienen hoy tienen plena vigencia. Hoy cuando nos aprestamos para cumplir 30 años de la recuperación de nuestra democracia es bueno aprender las lecciones de estas tres décadas y lo que hemos aprendido en estos cinco meses".
"¿Por qué perdimos nuestra democracia el 11 de septiembre de 1973? No fue una muerte súbita ni inesperada. Fue el desenlace previsible, aunque no inevitable de una larga y triste agonía provocada por el quiebre de la amistad cívica y el no respeto por nuestros valores republicanos", aseguró.
Y es que, según Piñera, "fue una agonía que comenzó en la década de los 60 cuando algunas fuerzas políticas validaron el uso de la violencia como instrumento de lucha política y despreciaron los valores de la democracia. Fue cuando se impusieron los ideologismos totalitarios, excluyentes de uno y otro lado".
"Así pasamos sin darnos cuenta de la sensatez a las pasiones, de la moderación al extremismo, del respeto a la descalificación, del diálogo a la intolerancia, de los argumentos a la violencia, de la amistad cívica a los odios divisorios y de poner siempre por delante el interés superior de la política a encapsularnos en nuestros propios proyectos y trincheras y así llegó el 11 de septiembre de 1973, el quiebre de nuestra democracia y el inicio de 17 años de régimen militar", dijo.
Luego, Piñera abordó la transición democrática: "sé que hay muchas críticas pero estoy convencido que fueron 30 años muy fecundos para Chile. Construimos y fortalecimos instituciones sólidas, logramos reducir la pobreza. Las desigualdades disminuyeron y surgió una pujante clase media".
"Eso no significa desconocer que fuimos acumulado muchas falencias, que necesitan el compromiso y aporte de todos para ser atendidas: descuidamos a nuestros niños, fuimos ingratos con los adultos mayores, no nos hicimos cargo de todas las carencias de la clase media, no combatimos con suficiente voluntad los abusos, no prestamos suficiente atención al divorcio entre la ciudadanía y la política", dijo.
Según el Mandatario, "todas estas tareas están en el corazón de las prioridades y compromisos del gobierno. Y sin perjuicio de reconocer errores, esta segunda mitad de nuestro gobierno va a dar mucho énfasis a las sombras que fuimos incubando durante las últimas décadas".
"Una ola de violencia inédita"
Piñera dedicó buena parte de su discurso a abordar el estallido social y las medidas que ha impulsado el Ejecutivo para enfrentar los desórdenes. Al respecto, hizo un llamado a "combatir la violencia y cuidar la democracia".
"Hay muchas reflexiones, pero aún no hay un diagnóstico compartido. Pero se generaron múltiples procesos, de distinta naturaleza: se desató una ola de violencia inédita en nuestra historia, con atentados simultáneos al patrimonio de nuestro país, cuya magnitud nunca antes habíamos conocido, y que demostró que ni el estado ni nuestras policías estaban debidamente debilitadas. Segundo, surgió una fuerte demanda ciudadana por avanzar con mayor urgencia hacia una sociedad más justa, con menos privilegios", dijo
En tercer lugar, añadió, "surgió una demanda por un nuevo acuerdo constitucional. Cuarto, nuestra capacidad de crecimiento se vía severamente afectada por los hechos graves de violencia. A todas estas situaciones se suman importantes desafíos que impactan la vida de los chilenos y que el gobierno ha debido enfrentar y atender".
En la ceremonia estuvo presente el general director de Carabineros, Mario Rozas, quien fue ovacionado. En relación a las críticas del actuar de la institución uniformada, Piñera dijo: "Cada vez que se han cometido excesos o no se han respetado los protocolos el gobierno y las instituciones han tenido una actitud firme: atropellar todo aquello que se aparta de la ley y los protocolos".
Piñera detalló que se está poniendo urgencia a reformas para fortalecer el actuar de las policías, entre ellas la creación de un nuevo sistema de inteligencia, protección de infraestructura crítica y la ley anti encapuchados.
"Todos estos proyectos son muy necesarios para cumplir la demanda de los ciudadanos de un gobierno que proteja mejor la seguridad ciudadana. Le pido al Congreso que apuremos el ritmo del trabajo legislativo", afirmó. Al respecto, agradeció al Congreso por la aprobación de la norma que tipifica como delitos los saqueos y barricadas.
Y es que según Piñera, la violencia se ha transformado en "una amenaza a la convivencia e incluso a nuestra democracia".
En este sentido, aseguró que el estallido ha dejado en evidencia dos posturas. Una, "que apunta a validar la violencia, a debilitar las instituciones, a desprestigiar a las policíacas, actuar con demagogia, populismo y demagogia en el ámbito social, a descalificar todo diálogo y acuerdo, a despreciar la amistad cívica".
Y un segundo camino, "que yo sé que interpreta la voluntad de la inmensa mayoría de los chilenos, especialmente de quienes creemos en la democracia y la paz, en combatir con firmeza toda la violencia, respetar y contribuir a fortalecer las instituciones, fortalecer y apoyar a carabineros en el uso legítimo de la fuerza conforme a los protocolos. Y de actuar con sensibilidad frente a las demandas sociales y con madurez frente a los desafíos económicos".
"La historia nos ha enseñado una y otra vez que el primer camino conduce al estancamiento y la frustración. El segundo camino, estoy convencido conduce a un Chile más libre, justo, en que todos tengamos las mismas oportunidades", aseguró.
Para Piñera, "no basta solo con el compromiso y convicción del gobierno, necesitamos el compromiso de todos los demócratas y amantes de la paz".
Es por ello, que hizo un llamado a "condenar la violencia, aislarla, y recuperar la amistad cívica y la búsqueda de los acuerdos".
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"Queremos un plebiscito pacífico, alegre y participativo"
Otro de los puntos abordados por Piñera fue el plebiscito en que más de 14 millones de chilenos podrán decidir si quieren o no una nueva Constitución, y cuál será el mecanismo con que se redactará el texto en caso que triunfe la opción del Apruebo.
Piñera destacó que el plebiscito incluye "dos opciones, las dos son igualmente legitimas y democráticas para modernizar o cambiar nuestra constitución".
"Los chilenos van a resolver el camino el 26 de abril, y todos tenemos que respetar la decisión de nuestros compatriotas", enfatizó.
En este sentido, afirmó que "queremos que sea pacifico, alegre y participativo".