Desde su época de campaña, el Presidente Sebastián Piñera ha tenido que enfrentar críticas transversales debido a los chistes que suele hacer en sus discursos, los que han sido calificados de "machistas".
El último episodio de estas características ocurrió a mediados de octubre cuando aludió al llamado "principio de la minifalda" para describir una de sus intervenciones: "lo suficientemente larga para cubrir lo fundamental y lo suficientemente corta para mantener la atención".
En una entrevista con radio Infinita, una auditora le pidió al mandatario que deje de hacer ese tipo de bromas y Piñera aceptó la sugerencia explicando que lo de la minifalda "me pareció inocente".
También anunció el fin de sus chistes vinculados a mujeres: "Acepto la sugerencia, me rindo".
Sin embargo, agregó luego que "de repente nos pasamos para el otro lado, no se le puede decir nada a nadie y tenemos que tratamos como si fueramos desconocidos. También en la vida diaria uno puede decirle qué buena moza está, ¿es una ofensa?".
Piñera aseguró que hay que "desterrar" los chistes ofensivos, pero que también "es importante que las relacciones no se transformen en una casa tan formal como si fuéramos desconocidos".
Cuando planteó lo del "principio de la minifalda", el Presidente recibió críticas de la oposición. La diputada Karol Cariola dijo que "el Presidente ha sobrepasado los límites a como él ejerce una violencia de género de forma permanente". La vocera Cecilia Pérez, en tanto, contestó que "todas las chilenas saben que si existe un Presidente que se ha preocupado por nuestros derechos es el Presidente Sebastián Piñera".