Una masiva ceremonia realizó el Presidente Sebastián Piñera para conmemorar el Día Nacional de las Iglesias Evangélicas y Protestantes, con el que se recuerdan los 501 años de la reforma Luterana.
Fue durante el evento que Piñera destacó el rol de las iglesias evangélicas en la rehabilitación de consumidores de droga, así como en el consuelo de enfermos y su trabajo en las cárceles.
En un nuevo gesto a este sector -que representa a cerca de un 17% de la población y que en las semanas previas había manifestado críticas al Mandatario tras la aprobación de la ley de identidad de género- es que el jefe de Estado condenó los ataques que se registraron el sábado en el marco de la marcha convocada por estas iglesias.
Según Piñera, "era una marcha pacífica que pretendía expresar valores y que fue brutalmente agredida por violentistas, que no respetan a nada ni nadie, nos hemos convencido cada vez más de la importancia que el Estado asegure y garantice la libertad en todos los campos, pero si hay un campo en que la libertad es absolutamente fundamental, es en el campo de la fe, del espíritu, de nuestra relación con Dios, con el creador".
"Y por eso, después de ya casi 20 años de vigencia de la Ley de Libertad de Cultos e Igualdad Religiosa, llegó el momento de revisarla", anunció el Mandatario.
El Presidente detalló que "hemos conversado con muchos de ustedes, y sabemos que hay muchas inquietudes y muchas sugerencias para perfeccionar la ley y asegurar que en Chile tengamos verdadera libertad religiosa y, además, verdadera igualdad de cultos".
"Porque en esa materia, el Estado tiene que crear las condiciones, no discriminar, permitir que cada uno exprese su fe, su relación con Dios en la mayor libertad y con el mayor respeto posible", remarcó.