El ministro del Interior, Mario Fernández, comenta el cambio de gabinete en el cual la Presidenta Bachelet aceptó la renuncia del ministro Secretario General de Gobierno, Marcelo Díaz y las ministras del Trabajo, Ximena Rincón y del Deporte, Natalia Riffo, y analiza el futuro de la Nueva Mayoría luego de complejas semanas, asegurando que existe unidad.

Tras estas modificaciones el comité político, que dirige Fernández, se mantuvo intacto pese a las críticas, lo que puede ser visto como un respaldo por parte de la Presidenta. “Lo que ocurre es que quedó demostrado que la crítica al comité político y la expresión de falta de conducción o de unidad y desorden, en verdad, no corresponden a la realidad”, cuenta el vicepresidente a La Tercera.

“Lo que ocurrió hay que entenderlo como un proceso de ajuste de complicaciones con los gremios y con la llamada mesa del sector público y distintos pareceres con los parlamentarios”, agrega.

En el mismo sentido, hay quienes señalan que el ajuste de gabinete no produjo grandes cambios como los partidos habían solicitado, aunque Fernández niega esta versión. “La impresión institucional de los partidos, yo no he escuchado nunca que vayan en esa dirección. Casi todos han sido además muy cuidadosos en hablar más bien de los estilos y los procedimientos que de las personas”, dice.

Consultado por alguna autocrítica que pueda realizar luego de los problemas que el Gobierno tuvo durante las últimas semanas, particularmente con el acuerdo al reajuste, el ministro advierte que “esta es una buena enseñanza de lo que pasó para no repetir errores en negociaciones futuras”. Y añade que “es necesario seguramente tener un sistema mucho más elaborado para ir resolviendo problemas durante la negociación”. 

Reconoce que “esta vez como que siempre estábamos muy chantados en algún tipo de posiciones por los dos lados, un poco drásticas, y por lo tanto tenemos que trasladar este tipo de críticas a todo nuestro quehacer respecto de los partidos y respecto del Congreso”.

En cuanto a la Nueva Mayoría y el retorno a los acuerdos que como bloque puedan tener, señala que “vamos a retomar el trabajo que se ha visto interrumpido por los problemas que el país conoce”. En este sentido, comenta que “hay temas bien concretos en descentralización y reforma educacional, y vamos a tener seguramente la reunión que se postergó desde el jueves de la semana pasada, que estaba destinada a priorizar”.

Pero Fernández decide rescatar lo bueno y concluye que “como resultado de estas semanas tan complejas, ha quedado clara una cosa: que la Nueva Mayoría tiene, a pesar de todos los problemas, bases bien sólidas que la unen. Hay unidad en lo fundamental en la Nueva Mayoría, y eso es lo que hay que rescatar primero”.

De esta forma, y según la propia Presidenta Bachelet advirtió durante el cambio de gabinete, el actual sería el equipo ministerial hasta el final del mandato, en un año más.

Fernández coincide y lo define como “un año muy clave y decisivo”. Explica que “es el año donde lo hecho o lo iniciado se debe consolidar y cerrar bien. Nos queda poco tiempo útil para consolidar lo que será el legado de la Presidenta Bachelet”.

Su balance es que “este es un Gobierno que asumió transformaciones tan profundas y estructurales, que tuvo múltiples problemas y obstáculos. Era inevitable para la dimensión de las transformaciones". 

Respecto a cómo afrontarlo sugiere que “este año tenemos que asumirlo con una visión muy concreta de cerrar aquellas transformaciones con la viabilidad parlamentaria que tenemos”.

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