El presidente de la Mesa Ampliada de Iglesias Evangélicas, Emiliano Soto, rechazó y negó que exista un quiebre con el gobierno tras la polémica por las críticas realizadas a la administración de Michelle Bachelet durante el Te Deum del domingo pasado, evidenciando así una división al interior del credo evangélico después de que en horas de la mañana el Concilio Nacional de Iglesias Evangélicas asegurara que hay un "enfriamiento de relaciones" con el Ejecutivo tras la ceremonia del domingo.
Al respecto, Soto señaló que "nos parece sorpresivo que haya un grupo que tome una decisión que es legítima, pero que no compartimos", reiterando que enviarán una carta de desagravio a Bachelet para ofrecerle disculpas.
"Nos pareció impropio que dentro de la misma iglesia haya gritos fuera de lugar, no corresponde y además se hicieron discursos violentos que afectan la integridad de las personas", dijo.
El pastor puntualizó que "no podemos tratar con golpes a quien invitamos a nuestra casa, tenemos que tener un trato respetuoso y lo que ocurrió, lamentablemente por desconocer los textos de quienes se presentaron, muchos se extralimitaron en su pronunciamiento".