El 11 de mayo Jorge Burgos se convirtió en el segundo ministro de Interior del segundo gobierno de Michelle Bachelet.
El hasta entonces titular de Defensa llegaba a reemplazar a Rodrigo Peñailillo, quien era considerado hasta entonces la persona más cercana a la mandataria y que había sido objeto de críticas por su vinculación al caso SQM y por el manejo que había dado al estallido del Caso Caval, que involucraba a Sebastián Dávalos, hijo de la Presidenta.
La llegada de Burgos a Interior fue interpretada en su minuto como una señal de moderación en la serie de reformas impulsadas por la Nueva Mayoría. De hecho, apenas fue nombrado en el cargo defendió la necesidad de alcanzar “acuerdos” y dejó en claro que “a mí no me gustan las retroexcavadoras, porque andan para atrás".
Desde entonces, la relación entre Bachelet y Burgos ha estado marcada por una serie de episodios de tensión y desencuentros. El más reciente, la marginación del titular de Interior de la visita de la Presidenta a La Araucanía.
Según trascendió el ministro fue informado por la jefa de gabinete de Bachelet, Ana Lya Uriarte, cerca de las 9 de la mañana, cuando la Presidenta ya se encontraba viajando a la zona. Esto pese a que Burgos ha encabezado el diálogo con las víctimas de la violencia en la zona y ha visitado la región en cinco oportunidades. La situación ha generado molestia en la DC, que se reunirá esta tarde de emergencia y donde surgen voces que amenazan con evaluar la continuidad del partido en el Gobierno.
En la antesala de la reunión donde Bachelet y Burgos abordarán el impasse -a las 18 horas- en T13 te contamos cuatro episodios de esta compleja relación.
Gradualidad en las reformas
“Parece que algunos leyeron sólo la palabra ‘realismo’ y no escucharon el ‘sin renuncia’". La frase de la Presidenta Michelle Bachelet en una entrevista con La Tercera fue interpretada en su minuto como una alusión a la entonces dupla de Burgos y Valdés, quienes tras su llegada al gabinete habían defendido la necesidad de avanzar con gradualidad en las reformas.
Si la lectura hubiera sido que los nuevos ministros llegaron para cambiar el rumbo que la Presidenta defina, hubiera sido una lectura equivocada
De hecho, sólo unos días antes los ministros habían hecho una vocería conjunta en la Moneda donde habían defendido la tesis del realismo en un contexto de menor crecimiento económico.
Tras los dichos de Bachelet, Burgos mantuvo su postura, asegurando que “los cambios y reformas que hay que llevar adelante no se resuelven en tres o cuatro años; muchas veces requieren de más tiempo. Y por tanto la gradualidad es un elemento muy principal y esencial".
En medio de este tenso escenario, Burgos recibió en La Moneda la visita del ex Presidente Ricardo Lagos y del entonces secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, lo que fue interpretado como un gesto hacia el titular de Interior.
La llegada de Eyzaguirre a la Segpres
Luego de la fallida nominación de Jorge Insunza en la Segpres, Bachelet nombró en el cargo al entonces ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, quien es reconocido por su cercanía con la Mandataria.
Inmediatamente se comenzó a hablar de Eyzaguirre como el nuevo hombre fuerte de La Moneda, ante lo cual Burgos señaló: "Los rumores, si pierdo o no pierdo poder, créanme que me dan exactamente lo mismo"
Eyzaguirre, en tanto, salió rápidamente a descartar una pugna de poder.
Las diferencias por el fallo de La Haya
Uno de los disensos más evidentes entre Bachelet y Burgos ocurrió en septiembre, luego que se conociera el fallo de la Corte Internacional de La Haya, en que se declaró competente para pronunciarse respecto de la demanda boliviana.
Mientras Burgos dijo que en términos procesales "era un mal resultado", la Presidenta fue enfática en señalar que "no es un revés jurídico y el fallo es mucho mejor de lo que se esperábamos”.
“Yo creo que lo que hizo el ministro es que es abogado, entonces usó un término jurídico", agregó.
Días después, Burgos fue consultado sobre un tema de educación. El ministro ironizó con la frase de la mandataria. “Técnicamente yo soy el menos indicado porque como quedó claro el fin de semana, yo soy abogado”.
Burgos se desmarca y comenta declaración de Dávalos
Un último episodio se desató luego que se conociera la declaración de Sebastián Dávalos, en el marco del caso Caval. Allí el hijo de la Mandataria apuntó contra el ex ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, y acusó a su sector político de utilizar el caso Caval para bajar el perfil al caso SQM.
Consultado al respecto, Burgos dijo que "los chilenos podrían leer las declaraciones y en general son declaraciones ─en mi lectura─ bastante poco atingentes al tema que se investiga, más bien parece ser una discusión subjetiva de carácter político que pareciera que no aportara mucho al fondo que se investiga”.
La frase del ministro marcó un desmarque de la línea que había defendido el Gobierno de no comentar situaciones vinculadas al Caso Caval, ni a otras causas.
De hecho, un día antes, la entonces vocera (S), Javiera Blanco, había asegurado que la conducta “invariable” del Ejecutivo era no comentar "ni declaraciones ni trascendidos” de situaciones radicadas en la fiscalía.