El agente chileno José Miguel Insulza se encuentra en París, Francia, donde se reunirá con el equipo jurídico de Chile para continuar con el trabajo de una ya “avanzada” contramemoria, que se presentará ante La Haya este año, en el marco de la demanda marítima interpuesta por Bolivia ante la Corte Internacional.
“No podemos entendernos si hacemos predominar las pasiones sobre la razón”, dijo el agente al ser consultado por el diario La Razón, si es que acaso ambos países estaban “condenados a entenderse”.
“Hay que cuidar el lenguaje y las maneras, porque a veces uno queda prisionero de sus palabras y la disposición subjetiva para el entendimiento se pierde”, agregó.
Insulza señaló que el equipo es el mismo "en lo esencial". Y además descartó que existiera una falta de cohesión desde la salida de Felipe Bulnes.
“Él (Bulnes) expresó su temor de que se produjera algún daño a la cohesión nacional debido a las críticas de un sector político. De ningún modo se refirió a falta de cohesión o divergencias dentro del equipo. El equipo está muy bien cohesionado, con un excelente entendimiento con nuestros abogados internacionales y chilenos y con nuestros especialistas”, dijo.
La fecha de entrega de la contramemoria vence el 25 de julio, pero sobre una posible entrega anticipada Insulza dijo que ésta se entregará “cuando esté lista”. Los siguientes pasos quedan a juicio de la corte, dijo, pero serán luego Chile y Bolivia quienes “deberán evaluar si solicitan una segunda fase escrita, consistente en una réplica, en ese caso boliviana, y una dúplica, que sería chilena. Nuestra contraparte, Bolivia, debe decidir si plantea una réplica”.