La ministra del Interior, Carolina Tohá, presentó este viernes la propuesta del Gobierno de Gabriel Boric para modernizar la Ley Antiterrorista, que actualmente no es utilizada por el Ejecutivo, que considera que no es efectiva en la persecución del delito.
“Ya no tenemos tiempo para dejar una vez más en el camino esta propuesta que estamos presentando. Cada vez que en el país hay una acción que cae bajo la configuración o el juicio ciudadano de que es una acción terrorista, y tenemos que salir a explicar por qué no podemos explicar la ley, el mensaje que le damos a la población es de incertidumbre”, expresó la ministra Tohá.
“Merecemos tener una ley en la que creamos, una legislación sin complejo y con altos estándares”, añadió.
La propuesta de Ley Antiterrorista, que debe ser ingresada al Congreso Nacional, presenta cinco ejes principales según explicó la propia ministra del Interior.
El primero, explicó Tohá, es que se ajusta al estándar internacional y presenta medidas “modernas que respetan el debido proceso”.
“El núcleo de la propuesta apunta a definir el delito terrorista como un delito de organización. Y a partir de ello, se lo persigue valiéndose de los avances que ya hicimos hace poco en la legislación de crimen organizado, que estableció de manera moderna, y mucho más completa, técnicas especiales de investigación adaptadas a las nuevas modalidades que tiene el crimen hoy”, explicó sobre el segundo punto.
El tercer eje consiste en que se considerarán un “doble catálogo de delitos terroristas”; el primero, más acotado, que tiene a los “delitos fines”, cuando una organización se constituye para cometer ese tipo de delitos, caracterizado por su desprecio contra la vida. El segundo, “ delitos medios”, consiste cuando los delitos son cometidos para facilitar la acción terrorista, y estos son más amplios.
El cuarto punto define los delitos que podrían ser considerados terroristas, y estos son: cuando se intenta socavar o desestabilizar las estructuras políticas, sociales o económicas del estado democrático u organizaciones internacionales, cuando se intenta imponer una decisión a la autoridad del Estado democrático; o cuando se utilizan métodos aptos para someter o desmoralizar a la población civil.
El quinto eje del proyecto de Ley Antiterrorista hace referencia a la figura del terrorista individual o “lobo solitario”, que estaría fuera de estas organizaciones, pero comete este tipo de delitos de todos modos.