Aprovechando la accidentada votación que vive la Ley de Migración es que el Gobierno se jugó una última carta en el Senado y por medio del Ministerio del Interior, entregó a los parlamentarios una minuta en la que criticó la figura del "turismo laboral", ya que a su juicio fomenta la inmigración de personas en precarias condiciones, fomenta el desorden migratorio y genera la pérdida de empleos para los chilenos.
El documento va en la misma línea del llamado que este martes hizo el ministro de Relaciones Exteriores, Andrés Allamand, a rechazar este artículo.
El texto esgrimió que la polémica figura, contribuye a "aumentar la inmigración fomentando la llegada personas en precarias condiciones, dificultando su inclusión en nuestro país, con altas posibilidades de abuso laboral y dificultades para regularizar su situación"; a "fomentar el desorden migratorio (expandiendo la situación ya ocurrida respecto de los haitianos a otras nacionalidades); y a la "pérdida de empleos para chilenos", ya que "durante los últimos años, los ciudadanos nacionales sin educación superior perdieron casi 300 mil empleos que pasaron a ser ocupados, principalmente, por extranjeros. Los trabajadores de la construcción vieron sus sueldos reducidos en un 7%".
Efecto llamada
Por otra parte, el documento insistió en que tal como está el articulado se fomenta la inmigración ilegal, a través del "efecto llamada", ya que indicó que a partir de la propuesta de la Comisión de Hacienda los extranjeros que se encuentren en situación irregular o tramitación de residencia pendiente podrán dentro del plazo de 90 días contados a partir de la presente ley solicitar un visado de residencia temporaria sin ser sancionados.
Según Interior, esta propuesta tiene una serie de consecuencias, y detalló que busca "incentivar la inmigración irregular a Chile", ya que sostuvo que permite que cualquier extranjero que ingrese a Chile, aunque sea irregularmente, pueda regularizar su situación por un plazo de hasta 90 días desde la entrada en vigencia de la ley generando un incentivo perverso; podría "someter al migrante a potenciales abusos y tratos poco dignos" y que "no se hace cargo de la situación actual", pues "existe constancia que este año hay más de 3 mil ingresos clandestinos, número que crecerá de manera exponencial una vez que se facilite la movilidad por el continente, como ha ocurrido en parte de Europa".
Sentido de regularidad
La minuta expuso que el sentido correcto de una ley de migración debe ser el de "regularidad". Así, un "Estado responsable promueve una migración ordenada y segura para los migrantes y que permita su rápida inserción en el país, logrando de esta forma su regularidad migratoria, evitando así mafias de tratas o tráfico de personas, permitiendo controlar los flujos de extranjeros hacia Chile conforme a las posibilidades del país".
Es así como el texto comentó que un "turista laboral" o un migrante irregular tardará meses en alcanzar su regularidad migratoria, sufriendo abusos y vulnerabilidad, impidiendo además toda política migratoria.
"Por ello, lo responsable es que los extranjeros soliciten su residencia fuera de Chile, y una vez obtenida su visa, ingresen al país con su cédula de identidad en la mano. Ello facilita su inserción y permite diseñar mejores políticas públicas para nacionales y extranjeros y trabajar con los territorios y gobiernos locales para recibirlos", culminó.