"El odio no puede ni debe conducir a Chile, y he actuado siempre en consecuencia. Pero con esa misma claridad quiero decir que no voy a permitir que se pretenda hacer ver el legítimo anhelo de justicia y reparación de miles de familias en Chile como revanchismo".
Así lo afirmó la Presidenta Michelle Bachelet en su discurso por la conmemoración de los 44 años del Golpe de Estado, donde falleció el ex Mandatario Salvador Allende.
En una ceremonia marcada por el recuerdo de las víctimas de la dictadura, la jefa de Estado anunció que se pondrá discusión inmediata al proyecto de ley que levanta el secreto sobre los antecedentes aportados a la Comisión Valech I, cuyo informe se conoció en noviembre de 2004, y donde se cifraron en más de 30 mil las víctimas de detenciones, tortura, ejecuciones y desapariciones durante la dictadura.
Bachelet explicó que la idea es que "esa información se pueda entregar a los tribunales, de manera de avanzar en procesos que hoy pueden estar detenidos, y contribuir concretamente a la consecución de verdad, justicia y reparación para las víctimas y sus familiares".
Junto con esto, anunció que "presentaremos un mecanismo de recalificación para víctimas de prisión política y tortura, desaparición forzada y ejecución política. Según explicó, una comisión asesora revisará los antecedentes de quienes hayan sido rechazados por la Comisión Valech II, instancia que culminó sus funciones en agosto de 2011 y cuya nómina reconoce 30 nuevos casos de detenidos desaparecidos y 9795 de personas que sufrieron prisión Política y tortura.
Adicionalmente, se firmará un convenio entre la unidad de DD.HH de la subsecretaría del área con la corporación de asistencia judicial para que jóvenes estudiantes de derecho puedan asistir a víctimas, y se reincorporará la asignatura de Educación Cívica en los colegios.
La Mandataria ocupó parte de su discurso para aludir a la polémica que enfrentó este domingo durante su participación en el Te Deum evangélico, donde recibió epítetos y criticas por impulsar la despenalización del aborto en tres causales y el matrimonio igualitario. "No podemos permitir que las creencias personales, políticas, religiosas o valóricas nos hagan perder el respeto por los modos de convivencia cívica, por el otro o los otros", respondió.
Finalmente -y pese a la expectativa que había en el mundo político- la jefa de Estado no abordó en su discurso el eventual cierre del Penal Punta Peuco.