El futuro ministro de Justicia, Hernán Larraín, afirmó que la polémica en torno a la nominación del ex fiscal del Caso Caval, Luis Toledo como notario, "ratifica la necesidad" de modificar el sistema de nombramiento de estas autoridades.
Según Larraín, "urge" contar con un mecanismo "transparente, público y basado en el mérito".
Actualmente, los notarios ocupan un cargo de "ministros de fe" ante una serie de trámites. Son nominados por el ministro de Justicia, a partir de una terna entregada por la Corte de Apelaciones. Su cargo dura hasta los 75 años y su sueldo depende de la cantidad de trámites, pero en algunos casos supera el de altas autoridades, como parlamentarios y el propio Presidente de la República.
En medio de la polémica, el actual ministro de Justicia, Jaime Campos, salió a defender el nombramiento de Toledo. "En estos tiempos de escándalos y sensacionalismos, mi dilema fue que, respecto de cualquiera de los indicados, era fácil urdir tesis de tráfico de influencias, presiones indebidas o pago de favores", sentenció.
Sin embargo, en horas de esta tarde, La Tercera dio a conocer que Campos habría recibido una llamada donde habría recibido "instrucciones superiores" para modificar el nombramiento del defensor regional de O'Higgins, Alberto Ortega, cuyo decreto incluso había sido enviado a Contraloría. Tras ello, se modificó el documento para nombrar a Toledo.