El jueves 12 de septiembre llegó a declarar a la Fiscalía Oriente el empresario Antonio Jalaff, quien, en calidad de imputado, es investigado por el Ministerio Público por sus posibles vínculos con Factop, la cuestionada firma de los hermanos Daniel y Ariel Sauer, además de Rodrigo Topelberg.
Jalaff llegó con una declaración impresa al Ministerio Público, donde pidió leer textual lo que quería decir, antes de partir el interrogatorio. “Aproximadamente en el año 2008, a través de mi hermano Álvaro, conocí a Daniel Sauer, que era dueño de un factoring denominado Factop. En un comienzo, los préstamos de dinero solicitados a estas entidades no bancarias eran garantizados con cheques personales y también cheques de alguna de mis sociedades, los cuales eran dejados a fecha para respaldo de la operación. Llegado el vencimiento de la deuda, el cheque era depositado o bien era cambiado por otros. Muchas veces estos cheques incluían los intereses y otras veces los intereses se pagaban aparte”, sostuvo.
Jalaff, hermano de Álvaro, indicó que en 2020 estaba con un nivel de endeudamiento muy alto: $6.000 millones debía al banco y mantenía una deuda personal de $10.000 millones.
Para superar esa situación acudió a Factop: “Obtuve una línea de crédito que en total rondaba los $2 mil millones y que, con los intereses rotativos que esta empresa me cobraba -que eran de un orden del 1.8% interés compuesto,- llegó la deuda total a unos 4.000 millones de pesos en total a fines del año 2023, que fue el año en que logré pagar esa deuda, ya que los intereses me empezaron a ahogar cada vez más, los que iban siendo pagados de manera mensual por mí, pero finalmente llegué a una situación insostenible llegado el año 2021”, relató ante los investigadores.
Estallado el caso, las confianzas se quebrarían. “Nunca tuve conocimiento de la manera en que Factop se financiaba. Sus dueños, y especialmente Daniel Sauer, se jactaban de tener un próspero negocio, por lo que siempre creí que tenían un capital importante del cual una parte podían destinar a estos préstamos informales y, además, siempre pensé que ellos tenían un buen financiamiento bancario. De hecho, siempre decían, especialmente Daniel Sauer, que los bancos les tenían las puertas abiertas, dado que tenían garantías con ellos por lo menos de 10 millones de dólares. Si consideramos el interés que ellos cobraban en los últimos años, entre un 2% y un 3% mensual compuesto, parecía que efectivamente se trataba de un gran negocio”, recordó.
En ese camino apareció Luis Hermosilla, asesor jurídico de los Jalaff, y posteriormente cercano a Factop. Es más, Antonio fue quien le compartió a Hermosilla el contacto de Daniel Sauer, en 2016.
“Luis Hermosilla era amigo de mi papá. Se juntaba con él y con otras personas que eran amigos en común. El papá de Luis, Nurieldín Hermosilla, era bien cercano a mi familia. En términos personales Luis Hermosilla no era abogado de mi padre y tampoco lo fue mío, en tanto sí lo fue de sociedades nuestras. No he tenido asuntos penales en toda mi vida. La única relación profesional que tuve con él fue a propósito del problema que se suscitó con Fintrust”, sostuvo.
Además, agregó que “Luis Hermosilla era como un consejero de la familia en el ámbito comercial, legal, entre otros. En la sociedad Doña Soledad, sociedad en la que estamos todos los hermanos Jalaff Sanz -esto es, Álvaro, Sergio, Valentina, Mariloli y yo- hay una cláusula compromisaria, la que establece que en caso de suscitarse cualquier conflicto o duda debe recabarse el dictamen de Darío Calderón, su hija María José y Luis Hermosilla, de forma indistinta. A la fecha, este rol no ha sido ejercido por Hermosilla ni por ninguno de los árbitros por falta de conflictos. Este acuerdo me parece que es del año 2017 o un año cercano”.
En esa misma línea, sostuvo que sobre “por qué se decidió no seguir con el esquema en el cual se reciben facturas ideológicamente falsas de las sociedades ligadas a los hermanos Sauer, debo señalar que no recuerdo si le consulté a Luis Hermosilla sobre el particular, probablemente lo conversó o fue informado por Marcelo Medina. Desconozco por qué en la grabación de la reunión que consta en el audio, Daniel Sauer le reprocha a Hermosilla que por su culpa este esquema no continuó operando”.
Al finalizar su declaración, Jalaff entregó su teléfono celular.