Como ministro de Salud usted se jugó por consolidar la inversión de Sinovac en Chile. ¿Qué siente ahora que esa inversión se ha reducido?
– Debemos considerar tres elementos. Un elemento de política exterior, un elemento económico, con respecto a la inversión, que es lo que le corresponde comentar al ministro Grau, y un elemento sanitario, que le correspondería ser comentado por la ministra de Salud o por gente de área de salud. También hay un tema que está relacionado económicamente, pero con el ministerio de Relaciones Exteriores.
Nosotros siempre trabajamos con la subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales, para todos estos temas. Por eso cuando el ministro Grau pregunta cómo se hicieron los convenios me parece increíble que lo pregunte él, porque se lo podía preguntar al ministerio de Relaciones Exteriores, o a los mismos inversores que habían acordado ustedes. Es raro que un ministro de Economía diga que ‘no sé qué es lo que conversaron’.
– ¿Qué era lo que permitía esta inversión?
– Lo más importante de todo, era que Chile se pudiera transformar en un país que exportara vacunas. Por eso el comentario de la ministra de Ciencias, Aisén Etcheverry, es insólito: “Que el mercado es chiquitito” ocupando palabras que parecen de un niño o de una niña. Los chinos conocen el mercado chileno, lo conocen a cabalidad, entonces es increíble que diga ella que el mercado es chico y no se van a instalar ahí.
La conversación original con Sinovac fue principalmente un desarrollo de I+D, en el cual iban a participar la Universidad Antofagasta, la Universidad Católica, a través del Instituto dirigido por Alexis Kalergis y la colaboración del Ministerio de Ciencias, del Ministerio de Salud, del Ministerio de Economía, del Ministerio de Relaciones Exteriores.
– ¿Cuándo plantean la inversión de Sinovac siempre se habló del mercado latinoamericano?
Esta inversión no era sólo para el mercado chileno, era para Latinoamérica, para exportar vacunas. Aquí lo más importante era que se iba a instalar un Centro de Innovación y Desarrollo, estudios de nuevas vacunas, investigación científica, colaboración con el laboratorio Sinovac y con China, tanto con la Universidad Antofagasta como con la Universidad Católica.
Lo que ha pasado es algo insólito. Cuando el ministro Grau dice, como comparando, ‘es que no importa, porque el litio y este y lo otro’, eso es un absurdo. No se pueden comparar peras con manzanas.
Aquí el tema salud tenía que ver con solidaridad, con ayudar a los países latinoamericanos, con retomar nuestra fabricación de vacunas en Chile, y obviamente desarrollar innovación, investigación, desarrollo de nuevas tecnologías, dar trabajo, que nuestros estudiantes del área de la salud puedan trabajar en esas empresas y que puedan investigar. Todo eso se perdió.
– ¿Faltó una visión de Estado de seguir trabajando en una línea que venía desde el gobierno anterior?
– Por supuesto, es lo que yo he dicho siempre. En salud tenemos que tener una visión de Estado, no una visión cortoplacista, ni cambiar los programas a cada rato. Aquí había una visión de Estado, y no solamente de Estado para Chile, una visión desde el punto de vista de Latinoamérica.
– El ministro Grau habló de que Sinovac pedía subsidios y cuotas de producción…
– Lo que dice el ministro Grau es gravísimo y Sinovac salió a desmentirlo. Dice él que le pidieron cuotas de producción y que le pidieron franquicias o beneficios. Eso es algo gravísimo.
Hablé muchas veces con Sinovac, hablé muchas veces con el embajador chino, tengo plena confianza en Sinovac, plena confianza en el gobierno chino, y no creo que hayan estado pidiendo “beneficios, ayudas o subsidios” para instalarse en Chile. Es increíble que un ministro de Economía diga eso, porque eso atenta contra el prestigio de una empresa que tiene convenios con nosotros y que le compramos vacunas.
– En este aspecto de quien es la mala gestión por parte del gobierno que llevó a perder esta oportunidad.
– No sé quiénes son los culpables. No tengo información al respecto. No sé si los ministros trabajaron en conjunto como lo hacíamos nosotros. Aquí tiene que haber una participación de Salud , Economía, Relaciones Exteriores, y el Ministerio de Ciencia. Es un trabajo conjunto, incluso el Ministerio de Bienes Nacionales. Fue el ex-ministro Isamit el que se preocupó personalmente de buscar el terreno. Si después el terreno no fue adecuado podrían haber buscado otro terreno, pero no botar o dejar abandonado el proyecto.
El proyecto era en Antofagasta porque nos permitía de ahí exportar con facilidad. Se pone como razón el agua potable, pero ahí cerca del lugar donde hicimos la ceremonia había una planta desalinizadora. O sea, se podría haber buscado una solución. Creo que además aquí hay una falta de visión de Estado.
No sé si esto tiene que ver con el viaje de Boric a China cuando dijo en una universidad que los estudiantes deberían ser rebeldes. Yo creo que no. Creo que aquí hubo poco apoyo de las autoridades locales para favorecer la instalación de esta empresa, de esta planta.
– ¿La idea no era solo tener vacunas para el Coronavirus?
– Ellos tienen muchas vacunas, no solamente la vacuna contra el coronavirus. No es verdad eso de que porque el coronavirus haya desaparecido ya no era necesario. Ellos producen muchas vacunas y están investigando para llegar a producir vacunas también con ARN mensajero. Por lo tanto, aquí hubo pérdida de visión de Estado, una pérdida de la visión de futuro.
– ¿Perdimos como Chile de una oportunidad importante para avanzar, sobre todo pensando en el bajo presupuesto que tenemos en investigación y desarrollo?
– Creo que sí, porque ellos iban a aportar el capital para instalar la planta y trabajar en conjunto con ambas universidades. Iban a traer investigadores chinos para que colaboraran con los investigadores chilenos para que en conjunto se hiciera una fuerza de tarea que permitiera avanzar en temas nuevos en el norte de Chile.
Se ha perdido una oportunidad importante, una inversión de US$ 100 millones. Ahora cuando el ministro Grau empieza a hablar del litio, yo no lo entiendo. Yo realmente no comprendo su forma de pensar de argumentar. ¿Qué tiene que ver el litio con las vacunas? O sea, él lo dice como justificándose. Perdimos los US$ 100 millones de las vacunas, pero en litio vamos a recibir tanto.
¿Por qué habla de salud pública un ministro de Economía en un programa de televisión? Lo encuentro insólito. Realmente como que es una persona que se está defendiendo con dientes y muelas para quedarse en el cargo después de haber cometido este error gravísimo. No hay forma de comprenderlo bien. Yo trato de comprenderlo, pero no lo comprendo. Aquí hay una descoordinación de todos los ministerios.