La alcaldesa de Ñuñoa, Emilia Ríos, instruyó la realización de una auditoría externa y recurrió a la Contraloría General de la República, tras detectar una serie de irregularidades al interior del municipio.

Dentro de lo detectado por la nueva administración del municipio, se encuentra contratos ilegales, indemnizaciones millonarias y abultadas vacaciones de ex directivos municipales.

Al respecto, a través de redes sociales, lRíos señaló que "en Ñuñoa se institucionalizó el robo de cuello y corbata".

"Se normalizaron sueldos millonarios a personas que abusaron de su posición. Por año ahorraremos 147 MM, fondos que ahora invertiremos en nuestra comunidad. Tomamos las medidas y seguiremos hasta las últimas consecuencias", señaló.

Según consigna Emol, los hechos quedaron al descubierto luego que Ríos asumiera como alcaldesa y solicitara al ex edil, Andrés Zahri que los directivos renunciaran a sus pretensiones antes que asumira la nueva gestión.

Si bien los directores renunciaron a indemnizaciones sin tope a todo evento, "se reservaron el derecho para reclamar el pago en tribunales".

Uno de los ejemplos, es el caso de la Corporación de Desarrollo Social, donde todos los contratos tenían esta cláusula y el ex secretario general de la CDMS, José Palma, habría presentado una indemnización por $125.282.670.

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