Sebastián Piñera ya tiene nombres para su gabinete, en donde varias caras se repiten y se suman otros nombramientos que sorprendieron al mundo político. Sin mayorías parlamentarias, el presidente electo sabe que tendrá que negociar en desventaja, eso explica el giro que pretende dar a su segundo gobierno donde asegura que “yo no soy el mismo del año 2010”.

En entrevista con El Mercurio, Sebastián Piñera se refiere los desafíos que tendrá su gobierno. Asegura que el mundo cambió y que los chilenos “tenemos que cambiar con él, en especial los que aspiran a liderar el país”. Sobre este nuevo Chile dice que le va a tocar liderar un país “desafíos y oportunidades nuevas”, y con una ciudadanía “muy conciente de sus derechos y a veces no tanto de sus deberes”.

Piñera enfrenta un Chile nuevo, pero lo hace con algunas cartas antiguas, como el futuro ministro del Interior, Andrés Chadwick, Cecilia Perez, Alfredo Moreno o Felipe Larraín. Sobre esto dice que “El comité político tiene un 60% que se repite y un 40% que se renueva”, donde destaca al “ministro más joven del gabinete, Gonzalo Blumel”. Además señala que “Algunos nombre son los mismos, pero no significa que esas personas no hayan evolucionado”.   

Sobre su nuevo gabinete asegura que “Soy una persona de centro. Y los ministros comparten mi visión, mis valores y mis propuestas”. El Presidente electo califica a su sector como “una derecha sin complejos” que tendrá la capacidad de escuchar y “acoger con diálogo y acuerdo otras posiciones”. Es por esto que el Sebastián Piñera quiere “revivir lo que fue el espíritu de los 90”. sobre todo esa “amistad cívica, respeto y tolerancia, que poco a poco se fue perdiendo”.

El nuevo gabinete

Desde que ganó la elección en diciembre se dedicó a buscar los nombres que encabezarán cada cartera ministerial. Le pidió nombres a los partidos de Chile Vamos, pero finalmente 12 ministros vienen del mundo independiente y 11 son militantes.

Sobre cómo eligió los nombres, Piñera dice que buscó ciertas virtudes como “compromiso con Chile y con nuestro programa de gobierno; vocación de servicio público y una de la sociedad moderna, comprometida con el futuro”.

Los nombres que designó para su gabinete se comenzaron a conocer días antes del nombramiento, sin embargo hubo sorpresas. Uno de los nombres inesperados fue el de Roberto Ampuero como Canciller, de quien dice reune todos los requisitos para ser “un gran canciller”  pero que “ahora tiene que demostrarlo”.

Otra de las sorpresas fue el nombramiento de Alfredo Moreno como ministro de Desarrollo Social, a quien señala nombró porque “queremos darle mucha importancia a este ministerio”.  Piñera agrega que “yo no quiero una persona que se dedique a predicar de las desigualdades de la pobreza y que no haga nada”. Sobre si el venir de la CPC le puede traer dificultades al ministro, Piñera dice que “ha habido críticas extraordinariamente prejuiciadas, prematuras, improvisadas, impulsivas e injustas”.  

Uno de los nombramientos más criticados fue el de Isabel Plá en el ministerio de la Mujer, sobre todo por sus dichos en contra del proyecto de aborto en 3 causales. Sebastián Piñera defiende a Plá señalando que: “Me parece una tremenda intolerancia que por el solo hecho de haber planteado que es partidaria de la defensa de la vida en toda circunstancia y en todo lugar, y especialmente del niño indefenso que está por nacer, tenga que recibir esta verdadera andada”, agrega que esto es parte de  una “colonización cultural e intelectual que han tratado de imponer al país”.

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