Por Tomás Martínez y Lorena Ferraro

“Nosotros como Gobierno no vamos a tolerar abusos”. Fue una de las frases que pronunció este martes la ministra de Justicia, Javiera Blanco, para hacer frente a la dura polémica que enfrenta a raíz de eventuales irregularidades en Gendarmería, servicio público bajo la supervisión de su cartera.

La institución está en el centro de las miradas desde hace un par de semanas, debido a millonarias pensiones de sus funcionarios, como la de Myriam Olate, esposa del diputado PS Osvaldo Andrade, quien se retiró con una jubilación de más de $5 millones.

Sin embargo, no es el único flanco que enfrenta Blanco: una crisis en el Servicio Nacional de Menores, también bajo su órbita, completan el difícil escenario que tiene por estos días la ex vocera del comando de campaña de Michelle Bachelet. Un informe con cifras oficiales cifró en 185 las muertes de menores a cargo del organismo, desde 2005 en adelante. Números que recordaron el caso de una menor de 11 años que falleció en abril pasado en un centro del Sename en Estación Central, caso que gatilló la salida de la jefa del organismo, Marcela Labraña.

Todo en un contexto negativo en las encuestas: en la Adimark de junio, conocida el miércoles de la semana pasada, apareció como la ministra peor evaluada del gabinete, con un 27% de aprobación y un 70% de desaprobación.

Desde que asumió en Justicia en mayo de 2015, en reemplazo del radical José Antonio Gómez, la aprobación de Blanco cayó 21 puntos. Su 70% de desaprobación, en tanto, es el más alto dentro del actual gabinete de Bachelet. Si bien no tiene militancia, Blanco es cercana a la Democracia Cristiana, donde ven con buenos ojos un futuro parlamentario de la ministra. 

En ese cuadro, la secretaria de Estado se reunió este martes con diputados oficialistas, ante quienes ─según dijeron presentes en la cita─ relató lo que ella misma calificó como varios meses "duros", que incluyeron el extenso y desgastante paro del Registro Civil de fines del año pasado, la fuerte tensión que se abrió la semana pasada con el subsecretario de la Segegob, Osvaldo Soto -quien fue removido por Bachelet tras criticar públicamente a la secretaria de Estado- y las complicaciones actuales en Gendarmería y el Sename.

Ante esto, la ministra ha tomado medidas y echado a andar un activo diseño para enfrentar las críticas en su contra: este martes, tanto diputados independientes como de oposición impulsaron una interpelación en su contra.

Así, en Justicia explican que Blanco comenzará a tener una agenda pública más recargada. En el caso del Sename, Blanco comenzará a visitar varios centros de la repartición desde fines de esta semana, tanto en regiones como en Santiago, y a partir de la próxima semana anunciaría -incluso- la clausura de algunos de esos establecimientos.

En el caso de Gendarmería, la ministra ya concretó la intervención del organismo, al que llegó su jefe de asesores, el DC Carlos Aparicio, para asumir como jefe de gabinete del director, Tulio Arce. En paralelo, ya se inició la tramitación de sumarios ─con plazo de 60 días─ para establecer eventuales irregularidades en las pensiones. Sobre todo, en el abultamiento de sueldos utilizando bonos.

Y el viernes concretaría su anuncio, realizado este martes, de desvincular funcionarios. Las razones: mal uso de licencias médicas.

Según dijeron en el oficialismo, ese no será el único motivo de despidos: también se evalúa la salida de cerca de 40 funcionarios jubilados de Gendarmería, que habrían sido recontratados por la institución para cumplir otras funciones.

El plan de Blanco contempla también, según comentaron fuentes del oficialismo, endurecer las normas para subir en la escala de grados, que fijan los sueldos.

Como sea, en el oficialismo interpretaron como una señal de apoyo a la ministra los dichos de la Presidenta Bachelet, quien fue consultada si mantenía su respaldo a la ministra. "Yo sé que muchas veces las personas quieren algún tipo de medidas que pueden sonar muy impactantes", indicó, antes de agregar que "pero la verdad es que lo más importante es que miremos en serio esto. Si hay irregularidades, si hay abusos, no van a ser tolerados y eso es lo que tenemos que cambiar. Eso es lo único que los chilenos quieren escuchar, no quieren más abusos ni ahí ni en ninguna otra parte", indicó.

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