Bloomberg
Un tramo de 7.700 millones de euros se desembolsará el 10 de julio, dijo el ESM con sede en Luxemburgo, mientras que la cantidad restante estará disponible a partir de septiembre, y se concederá solo cuando Atenas haya despejado suficientes atrasos internos.
"La decisión tomada hoy por el directorio del ESM muestra que Grecia ha completado las reformas requeridas en esta etapa, dijo Klaus Regling, director gerente del ESM. "El gobierno debe continuar en este camino para reconstruir una economía competitiva y recuperar la confianza de los inversionistas".
La decisión surge después de que los ministros de Finanzas de la zona euro acordaron el mes pasado que Grecia había emprendido suficientes reformas económicas para obtener ayuda financiera adicional bajo su plan de rescate de 86.000 millones de euros, a la vez que ofrecieron más claridad sobre qué implicaría cualquier futuro alivio de deuda para el país en crisis.
Pago de deuda
De los 8.500 millones de euros de ayuda, 6.900 millones de euros se destinarán a cubrir deuda, y 1.600 millones de euros para el reembolso de dinero que el Estado debe a productores nacionales. El gobierno griego debe cubrir sus atrasos con un euro de sus propios recursos por cada dos euros de dinero de los préstamos.
El acuerdo para otorgar a Grecia los nuevos préstamos marca el final oficial de una revisión de meses del rescate del país que también fue parcialmente retrasada por la renuencia del Fondo Monetario Internacional a participar del programa de ayuda sin recibir garantías suficientes sobre la sostenibilidad de la deuda griega.
Al final, el FMI, con sede en Washington, dijo que consideraría la posibilidad de aprobar una línea de crédito de 14 meses para Grecia, pero que solo daría nuevos préstamos cuando reciba nuevas garantías sobre la deuda del país, que sigue considerando insostenible.
La falta de mayor claridad sobre las medidas de alivio de deuda también significa que los bonos del país actualmente no pueden ser incluidos en el programa de flexibilización cuantitativa del Banco Central Europeo, que reduciría los costos de préstamos y facilitaría su retorno al mercado, una promesa que el gobierno de Atenas ha venido haciendo desde hace meses.