Por Sandra Burgos
En silencio, alejado de la polémica comunicacional, el empresario, director de empresas y nuevo presidente de las sociedades cascadas que controlan SQM, Rafael Guilisasti, ha ido realizando las dificultosas movidas que requiere el tablero de ajedrez que está jugando en estos días la principal minera no metálica de Chile.
Hace una semana su primera definición fue solicitar a SQM que suspendiera la junta de accionistas solicitada por Pampa Calichera, que se llevaría a cabo el próximo 2 de octubre, y que buscaba que se aprobara un dividendo eventual por US$280 millones.
Los dineros provenientes del aumento de capital, irían a parar a las arcas de Pampa Calichera para aliviar en parte la estrecha situación financiera por la cual atravesaba la sociedad controlada por Julio Ponce L.
Pero Guilisasti decidió dar una señal y pidió que se suspendiera la petición, para estudiar la situación a futuro de SQM y también para dar una muestra de que hay cosas que estarían cambiando en el manejo de las cascadas tras la salida de Julio Ponce Lerou.
Ayer, 28 de septiembre, se hizo pública una nueva movida. Cerca de las 6 de la tarde, la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) dio a conocer un hecho esencial enviado por Pampa Calichera, en el cual se informó que Julio Ponce Pinochet, hijo del ex presidente de SQM, renunció al cargo de director de la sociedad.
¿Cambios sólo cosméticos?
El vicepresidente ejecutivo de Corfo, Eduardo Bitrán, archi rival de Julio Ponce, que tiene a SQM en jaque al haberse negado a llegar a una conciliación en el arbitraje por la concesión del Salar de Atacama; ha dicho sin miramientos, que la salida de Julio Ponce de los directorios de las cascadas y el aterrizaje de Guilisasti en su reemplazo, es sólo un cambio cosmético.
Para el ex ministro, mientras Ponce siga en la propiedad de la sociedad, no habrá un cambio real en SQM.
En la última semana, Bitrán ha mantenido silencio respecto al tema, al igual que Guilisasti. Pero quienes están cerca de SQM señalan que se estaría generando un espacio de acomodo de piezas y que se vendrían nuevas muestras de la muñeca de Guilisasti a la cabeza de las cascadas.
Lo primero, señalan, sería un estudio de la factibilidad de fusionar las sociedades, un viejo anhelo de los accionistas minoritarios de las cascadas, como Moneda y las AFPs.
Así también se seguirían produciendo cambios en los directorios. Hay quienes apuestan a que los otros miembros de la familia también saldrían de Pampa Calichera. Hoy siguen en la mesa directiva de la sociedad Luis Eugenio Ponce Leroú y Francisca Ponce Pinochet. A ellos se suman Patricio Phillips, Patricio Contesse Fica (hijo del ex gerente general de SQM) y Andrés Nieme Balanda, todos cercanos a Ponce Leroú.
Tras estos cambios, vendría una nueva apuesta.
La silenciosa movida de los canadienses
En el otro lado de la mesa, está la canadiense Potash. Conocida por sus eternos enfrentamientos y reconciliaciones con Julio Ponce, luego de haberlo puesto en jaque al retirar a sus tres representantes en el directorio de SQM en abril pasado, cuando el escándalo de las platas políticas estaba en su peak, PCS ha optado por mantener silencio. Cambió a sus directores, y comenzó a trabajar en su última gran definición: seguir o no en SQM.
Si quiere salir no es el mejor momento. Las acciones de la minera han caído desde que se desató el tema de los aportes irregulares a políticos de la oposición y Nueva Mayoría, y se han mantenido en los niveles cercanos a los $16.000. Hace un año, los títulos de la firma se transaban en $17.500 y en el peak del escándalo llegaron a rozar los $14.000. Ayer las acciones cerraron en $16.245…muy lejos de los cerca de $30.000 que llegaron a valer en 2013.
El presidente ejecutivo de la compañía canadiense, Jochen Tilk, ha dicho en varias oportunidades que está evaluando las posibilidades que tiene para tomar el control de cuatro firmas en las que cuenta con una participación minoritaria, entre ellas SQM, donde son dueños del 32%.
Según cercanos a los canadienses, Potash estaría conversando con fondos de inversión canadienses para que negocien con Julio Ponce y le compren su participación en SQM, con lo cual la compañía dejaría de ser controlada por la familia Ponce Pinochet, lo cual la dejaría en mejor pie para llegar a un acuerdo con Corfo.
Ahí vendría el rol de Guilisasti… cercanos a su círculo señalan que él es el hombre que estaría negociando la salida de Ponce de las Cascadas… que estaría como garante de que el cambio se hará en buenas condiciones para el vendedor y los compradores.
Tras ello vendría una segunda etapa o misión de Guilisasti: lograr un mayor acercamiento con el gobierno para que llegue a un acuerdo con SQM, que pueda terminar con una conciliación, en la cual la minera pagaría lo que adeuda a Corfo y cerraría un nuevo contrato para operar Salar Atacama con nuevas condiciones, más interesantes para el fisco.
¿Y este último?... evitaría enfrascarse en una disputa con inversionistas extranjeros que tienen presencia en la minera no metálica.