Miembros de la Fiscalía de Tokio volvieron a detener este jueves a Carlos Ghosn en su domicilio en la capital japonesa. El argumento es que existen nuevas sospechas de malversación financiera, informaron medios locales.
Este nuevo arresto se produce apenas un mes después de que el expresidente de Renault-Nissan fuera liberado bajo fianza tras más de 100 días en prisión. Los investigadores llegaron al inmueble en el que reside Ghosn un poco antes de las 6 de la mañana.
La cadena pública de televisión NHK difundió imágenes de una camioneta entrando a la sede de la fiscalía de Tokio, hacia las 7.00 hora local (22.00 GMT del miércoles), que parecía tener en su interior a Ghosn, de 65 años.
Reacción
"Mi detención de esta mañana es indignante y arbitraria", afirmó Ghosn en un comunicado distribuido por sus portavoces. Se trata, añadió, "de otro intento de parte de algunos individuos de Nissan para silenciarme y confundir a los fiscales".
Ghosn fue arrestado por primera vez el 19 de noviembre pasado, y quedó en libertad bajo fianza el 6 de marzo último. En aquel momento fue acusado de tres cargos por declaraciones inexactas de ingresos entre los años 2010 y 2018 en documentos que Nissan entregó a autoridades financiera y por abuso de confianza.
Ahora es sospechoso de haber empleado la reserva del presidente ejecutivo de Nissan para realizar transferencias de dinero a un distribuidor de vehículos de Nissan en Omán.
Parte de esos fondos, según informó la prensa japonesa y la francesa, fueron destinados a la compra de un yate y para cubrir préstamos personales de Ghosn.
Eso implicaría que la fiscalía levantaría una nueva causa judicial contra él por abuso agravado de confianza, que se uniría a otras tres acusaciones formales, una de ellas por haber ocultado a las autoridades millonarias compensaciones pactadas con Nissan Motor.
Las nuevas diligencias de la fiscalía se conocen después de que el miércoles Ghosn anunciara que el 11 de abril ofrecería su primera rueda de prensa después de que quedara en libertad bajo fianza.