AFP
Deutsche Bank anunció este jueves que Estados Unidos le demanda el pago de una multa récord de 14.000 millones de dólares para poner fin a un litigio inmobiliario que se remonta a la crisis financiera de 2008, originada con bonos hipotecarios.
"Confirmamos las especulaciones de los mercados de que el DoJ (el Departamento de Justicia estadounidense) abrió las negociaciones de una solicitud de 14.000 millones de dólares", indicó el primer banco alemán en un correo enviado a la AFP.
"Deutsche Bank no tiene la intención de pagar esas potenciales demandas civiles por un monto aproximado a la cifra citada", señaló, destacando que las negociaciones en torno a este caso "apenas acaban de comenzar".
"El banco espera que (las negociaciones) conduzcan a un resultado similar al de otros bancos, que se establecieron en cantidades materialmente inferiores", subrayó la nota.
Una multa de tal magnitud sería la mayor jamás infligida a un banco extranjero en Estados Unidos, muy por encima de los 8.900 millones de dólares con los que fue penalizado el banco francés BNP Paribas en 2014 por haber violado embargos estadounidenses.
El banco de negocios norteamericano Goldman Sachs fue condenado a mediados de abril a una multa de 5.060 millones de dólares por hechos muy parecidos.
A Deutsche Bank se le acusa, al igual que a otros grandes bancos, de haber vendido a los inversores, antes del estallido de la crisis financiera de 2007-2008, créditos inmobiliarios convertidos en complejos productos financieros, denominados RMBS, a sabiendas de que eran tóxicos.
El monto final podría estar bastante por debajo de los 14.000 millones de dólares, según indicó a la AFP una fuente cercana al caso.
Contactado por la AFP, el Departamento de Justicia declinó hacer comentarios sobre el tema.
El acuerdo al que podría llegar Deutsche Bank incluiría una multa civil, indemnizaciones a inversores afectados y a consumidores, tal como detalló otra fuente cercana al caso a la AFP.
Según esta fuente, el banco podría ser obligado a financiar trabajos de rehabilitación de viviendas, ayudar a la reestructuración de la deuda de algunos y apoyar financieramente programas de prevención de ejecución de hipotecas.
El compromiso tomaría la forma de un "deferred prosecution agreement", es decir que además de la multa, el banco reconoce su culpa y se compromete a no volver a cometer infracciones similares. A cambio, las autoridades renuncian a entablar un proceso penal.
Aun así, Deutsche Bank no habrá cerrado todos sus litigios con las autoridades estadounidenses. El regulador de servicios financieros de Nueva York investiga un presunto blanqueo de dinero en la filial rusa del banco alemán.