Elon Musk ya no es el hombre más rico del mundo.

Ese puesto le corresponde ahora al francés Bernard Arnault, director ejecutivo del grupo de bienes de lujo LVMH.

Según la revista Forbes y la agencia Bloomberg, la fortuna de Musk sufrió por una fuerte caída en las acciones de su empresa de autos eléctricos Tesla, esta año.

Además de ser director ejecutivo y principal accionista de Tesla, con una participación de casi 14%, Musk también invirtió en la compra de Twitter, por US$44.000 millones, en octubre.

Forbes estima que la fortuna actual de Musk es de US$178.000 millones.

Mientas que la fortuna de Bernard Arnault está valorada en US$188.000 millones.

El imperio de Bernard Arnault

El magnate francés Bernard Arnault es fundador, director ejecutivo y mayor accionista del grupo más grande de artículos de lujo LVMH, también conocido como Moët Hennessy Louis Vuitton, con su casa matriz en París.

LMVH tiene un total de 75 marcas de lujo, 163.000 empleados (datos en 2020) y una red de más de 4.590 tiendas en todo el mundo. Entre las muchas otras marcas del grupo se encuentran Bulgari, Kenzo, Tag Heuer, Dom Pérignon, Möet & Chandon, Hermès y Christian Dior.

A principios de 2021, tras un año de negociaciones complicadas por la pandemia, LVMH compró la legendaria joyería estadounidense Tiffany & Co, dándole a Arnault una mayor tajada de ese creciente sector de joyas exclusivas.

A partir de entonces, el conglomerado multinacional se ha propuesto incrementar su presencia en el mercado electrónico y a elevar su perfil entre consumidores más jóvenes y clientes en China.

Fortuna, mecenazgo y controversia

La vida profesional de Bernard Arnault empezó en 1971 en la empresa de construcción y obras públicas de su padre, que reorientó hacia el mercado inmobiliario y luego asumió la dirección general de esta en 1978.

Después de una millonaria inversión en un grupo que incluye la división textil de Christian Dior, se convirtió en presidente ejecutivo de esa empresa en 1985 y posteriormente logra consolidar los perfumes con la alta costura en la compañía holding Christian Dior SA, que entre sus filiales tiene a LVMH.

En 1987, compra acciones de LVMH y en los años siguientes lanza un plan ambicioso para la expansión del grupo que lo convertirá en el número 1 en artículos de lujo.

En 2013, la revista Forbes calculó su fortuna en US$29.000 millones y en 2019 ya había llegado a los US$100.000, convirtiéndolo en el hombre más rico de Francia. Ahora, en 2022, la misma revista lo coloca en el primer puesto global en riqueza personal.

Arnault es un amante del arte y coleccionista, y posee obras de artistas como Basquiat, Hirst, Warhol y Picasso.

Ha realzado la imagen del grupo LVMH como agente del mecenazgo en Francia y creado un premio internacional de apoyo a jóvenes creadores. Por su "generosidad deslumbrante" recibió el premio David Rockefeller otorgado por el Museo de Arte Moderno de Nueva York.

Pero LVMH no ha estado libre de polémica. La marca Christian Dior se vio forzada a despedir a su diseñador John Galliano por supuestas declaraciones antisemitas y el grupo también estuvo vinculado a un caso de discriminación y acoso de mujeres dentro de la marca Prada.

En diciembre de 2021, LMVH pagó una demanda de 10 millones de euros (US$12,2 millones al cambio de la época) tras denuncias de que un exjefe de inteligencia francesa contratado por la empresa había espiado a los competidores y a los productores de un documental sobre la vida de Arnault.

¿Qué pasó con Elon Musk?

El principal factor en la reducción de la fortuna de Elon Musk está en la caída del valor de su empresa bandera Tesla.

Musk estuvo involucrado en una ardua lucha legal para cerrar su compra de la red social Twitter, y algunos han señalado que esa distracción contribuyó a la caída de las acciones de Tesla.

Después de acumular acciones en Twitter a comienzos del año, Musk hizo su oferta de US$44.000 millones en abril, aunque los observadores la consideraron demasiada alta.

En julio, retiró la oferta, aludiendo a preocupaciones por la cantidad de cuentas falsas en la plataforma.

Finalmente, los ejecutivos de Twitter demandaron al magnate para que cumpliera con su promesa de compra.

Dan Ives, de la firma de inversión Wedbush Securities dijo que el "circo" que se formó en torno a la compra de Twitter le puso presión a las acciones de Tesla.

"Musk ha pasado de ser un superhéroe de las acciones de Tesla, al villano en los ojos de Wall Street, a medida que la caída se acentúa con cada tuit", comentó a la BBC.

"El show circense de Twitter ha dañado la marca Musk y es un gran lastre para los activos de Tesla. Musk es Tesla y Tesla es Musk".

Musk vendió miles de millones en acciones de Tesla para poder financiar su compra de Twitter, lo que contribuyó a la reducción del valor de la empresa de autos eléctricos.

Los inversionistas también están cautelosos de una ralentización de la demanda de autos eléctricos de la compañía, a medida que la economía se debilita, el costo del crédito para compradores se incrementa y las otras compañías competidoras impulsan su propia gama vehículos eléctricos.

Telsa también se ha visto afectada por el retiro de autos del mercado debido a fallas, además de las investigaciones del gobierno de accidentes y problemas con el sistema de autopiloto de los vehículos.

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