Isabel dos Santos, hija del expresidente de Angola José Eduardo dos Santos, ha sido acusada formalmente por las autoridades de su país de una serie de delitos que incluyen fraude, malversación de fondos y lavado de dinero.

La fiscal general Helder Pitta Groz informó la noche de este miércoles que la multimillonaria habría cometido estos delitos cuando ocupaba el cargo de presidenta de la petrolera estatal Sonangol.

A la angoleña de 46 años también se la acusa de tráfico de influencias, abuso de bienes sociales y falsificación de documentos.

La investigación sobre las actividades de Dos Santos comenzaron después de que su sucesor en Sonagol, Carlos Saturnino, denunciara "transferencias irregulares de dinero" por parte de exdirigentes de la petrolera.

Esta semana un consorcio de 36 medios internacionales, que incluye a la BBC y The New York Timespublicaron sendos artículos sobre las acusaciones, basadas en decenas de documentos filtrados sobre acuerdos que involucran tierras, petróleo, diamantes y telecomunicaciones, firmados cuando su padre, José Eduardo dos Santos, era presidente de Angola, país del sur de África rico en recursos naturales.

Dos Santos, cuya fortuna se estima en USS2.100 millones, ha asegurado que todo se trata de un "tejido de mentiras" montado por razones políticas.

Mientras tanto, la justicia angoleña ha dicho que movilizará "todos los medios posibles" para traer y juzgar a la multimillonaria que actualmente reside entre Londres y Dubái desde que su padre dejó la presidencia del país en 2017.

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