Es todo un emblema de Estados Unidos, pero dentro de poco se llevará parte de su negocio a otro país.

Harley-Davidson, el legendario fabricante estadounidense de motocicletas, planea trasladar parte de su producción fuera de su territorio natal para esquivar los aranceles impuestos recientemente por la Unión Europea (UE).

Hace una semana, la UE aprobó nuevos aranceles a productos estadounidenses, entre ellos, motocicletas, whiskey y zumo de naranja, en respuesta a los gravámenes impuestos por el gobierno de Trump a productos de acero y aluminio de la UE, México y Canadá.

"Con el objetivo de solucionar el sustancial costo de estos aranceles a largo plazo, Harley-Davidson implementará un plan para mover la producción de motocicletas de Estados Unidos a sus fábricas internacionales (...)", anunció el fabricante en un comunicado ante la Comisión de Bolsa y Valores.

Harley-Davidson tiene su sede en Wisconsin y, además de sus plantas nacionales, también posee fábricas de ensamblaje en Australia, India, Brasil y Tailandia.

Su decisión es vista como una de las consecuencias más visibles del conflicto comercial que comenzó el presidente Donald Trump este año contra parte de sus socios estratégicos (como México o Canadá), así como con China.

Trump argumentó que los gravámenes son necesarios para proteger las industrias del acero y aluminio nacionales, vitales para "la seguridad nacional".

Su medida no tardó en recibir respuesta por parte de los países afectados, que tomaron medidas similares, y provocó una subida del coste de los metales para los productores estadounidenses.

La única opción sostenible

Harley Davidson calcula que el traslado que planea tardará entre 9 y 18 meses, si bien no ha especificado dónde exactamente llevará su negocio.

La compañía ve esta nueva solución como "la única opción sostenible para que las motocicletas sean accesibles a clientes estadounidenses, además de mantener un mercado viable en Europa".

Con los aranceles actuales, comprar una Harley-Davidson en Europa costará $2.200 dólares más del valor actual, ya que el impuesto a la importación se incrementó del 6% a un 31%.

Si los clientes europeos son quienes terminan pagando las consecuencias de las recientes medidas del presidente Trump, esto "tendría un impacto inmediato y duradero para el negocio en la región", señaló la firma.

Harley-Davidson se ha centrado en expandir sus ventas fuera de Estados Unidos en medio de la caída de ventas en el país, pero aseguró que continúa comprometida con fabricar en la primera potencia mundial.

La firma emplea a unas 2.100 personas en Estados Unidos y ya había anunciado anteriormente sus planes para cerrar una instalación en Kansas, Missouri, una decisión que los trabajadores creen que responde a la apertura de una nueva fábrica en Tailandia.

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